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Berenjenas en escabeche, tentadoras e irresistibles

Simples, deliciosas y con historia: las berenjenas en escabeche son una receta heredada de generaciones que conquistan por su sabor y su aroma inconfundible. 

Domingo, 20 de julio de 2025 a las 21:41
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Hay recetas que son un clásico de la cocina por su simpleza, pero a la vez por su inigualable sabor. Allí se ubican las berenjenas en escabeche, sencillas y rápidas para hacer, pero deliciosamente inolvidables.

El cultivo de la berenjena es antiquísimo, desde antes del 2000 a.C. Algunos documentos ubican su origen en el sudeste asiático.

Probablemente por desconocimiento en su preparación o por usar especies no comestibles para acompañarla, causó problemas digestivos a quienes las consumieron por aquel entonces y durante un tiempo la pobre berenjena tuvo muy mala fama. Tanto es así, que durante los primeros siglos de la entrada a Europa, se creía que su consumo provocaba múltiples enfermedades, fiebre, epilepsia o locura, razón por la cual, los frutos de la planta fueron usados como adorno decorativo y exótico, pero no como alimento.

Gracias al botánico sueco Carlos Linneo, quien la estudió y bautizó con el nombre científico Solanum melongena desterrando definitivamente su mala fama,es que hoy les acerco esta receta que aprendí de mi madre allá lejos y hace tiempo.


Ingrediente

  • 3 berenjenas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • Ají molido a gusto
  • Pimienta negra en grano
  • Orégano (opcional)
  • 3 hojas de laurel
  • Vinagre (manzana o alcohol)
  • Aceite (oliva o girasol)
  • Sal gruesa
  • Se lavan y se pelan las berenjenas (se le puede dejar la cáscara) se cortan en rodajas de 1cm.de espesor.

 

Colocar en un colador la primera capa, salarlas, luego otra y así hasta terminarlas. Dejarlas reposar el mayor tiempo posible para que largue el líquido amargo característico. Lo ideal es toda una noche, si queres hacerlas antes, dejalas al menos un par de horas.

Sacarlas del colador y secarlas con un trapo limpio hasta sacarle el máximo de humedad. 

En una olla se colocan partes iguales de agua y vinagre, cuando larga el hervor introducimos las rodajas de berenjena, no deben hervir más de 3 minutos para que no pierdan la firmeza. Se cuelan y se dejan enfriar.

Una vez frías, comienza el proceso de envasado. En un frasco previamente esterilizado colocamos una capa de berenjenas, arriba  1 o 2 láminas de ajo, una pizca de ají molido, 2 o 3 pimientas negras en grano, pizquita de orégano para que no invada, 1 hoja de laurel y cubrimos con aceite haciendo un poquito de presión con un mortero o cuchara de madera para que no quede aire.

Se repite la operación hasta completar el frasco. No es necesario agregarles sal porque ya la absorbieron mientras reposaron en el colador. Cerrar herméticamente  y colocar en la heladera hasta su consumo. Lo ideal es una semana o más para que tome sabor, pero si la tentación es muy grande, con 24 horas es suficiente.
Y ahora, manos a la obra. 
¡Bon appetit!


 

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