Si estás buscando una planta que de muchas flores y quieras salir de las especies típicas, como margaritas o rosales, te presento una de las más deseadas.
La Camelia japónica, conocida popularmente como camelia, es una de las plantas con flores más codiciadas debido a su variedad de formas y colores, además, porque desprende un aroma muy agradable.
Por eso cuando quieras perfumar la casa, el jardín o la oficina, la forma más sencilla es utilizar plantas con flores aromáticas como la camelia. Además, los perfumes naturales y frescos, tienden a relajarnos y a mejorar nuestro humor de inmediato.
Otro de los beneficios de las flores, es que sus colores influyen en el estado de ánimo, los colores suaves producen calma, los más intensos suelen aumentar la percepción de la energía.
La Camelia japónica, tiene flores solitarias que aparecen en la punta de cada rama, tienen una corola simple o doble que puede ser de diferentes colores: rojo, blanco, rosa o bicolor. Además, son un imán para las abejas, las mariposas y los colibríes.
Florece al final del invierno, comienzo de la primavera y desarrolla bellísimas flores que sin dudas alegrarán tu espacio.
Otra variedad, la Camelia sasanqua, florece antes, desde finales del otoño hasta principio de la primavera. Tiene hojas y flores más pequeñas, es más resistente y tolera mejor la luz solar.
Para que florezcan y crezcan con ganas, hay que tener en cuenta los siguientes cuidados.
Luz y ubicación: estas plantas no necesitan luz directa, es importante ubicarlas en un sitio fresco y húmedo que les ofrezca la sombra que necesitan para prosperar. Lo ideal es orientarlas al norte. Aunque prefieren la sombra o semi sombra, hay algunas excepciones que pueden desplegar todo su esplendor bajo pleno sol, siempre y cuando, tengan la humedad requerida.
Riego: el calor puede marchitar sus flores, así que la clave es que la tierra nunca se seque ya que ésta planta depende de la humedad del ambiente. Lo ideal es que se rieguen con agua de lluvia, claro que en la región patagónica las lluvias son un bien escaso, por lo tanto, el riego manual debe ser en invierno una vez por semana y en verano dos veces por semana.
Abono: para lograr que tengan un aspecto verde y frondoso, es fundamental proporcionarle un sustrato que aporte acidez, una vez en primavera y otro en otoño. Dos cucharadas de vinagre diluidas en un litro de agua, es un abono casero que funciona en camelias, hortensias y rosas.