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Martes 02 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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La incertidumbre de la banca: Villaverde dijo que renunciaba y ahora decide quedarse en Diputados

Tras anunciar que renunciaría a Diputados para pelear su banca en el Senado, Lorena Villaverde dio un giro abrupto y retiró su renuncia en la Cámara Baja, en medio de impugnaciones, escándalos y el riesgo real de no poder asumir en la Cámara Alta.

Martes, 02 de diciembre de 2025 a las 20:00
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En menos de 24 horas, Lorena Villaverde volvió a quedar en el medio del debate. No se trata de ningún tuit desafortunado sobre el granizo, o sus causas relacionadas con el narcotráfico en Estados Unidos, o la confusión de un caño de petróleo con uno de gas. Otra vez el punto de conflcito es la banca en el Senado a la que accedió como primera minoria en las elecciones del 26 de octubre. Ayer, apenas recibió el diploma como autoridad electa prometió pelea para asumir y afirmó tener el apoyo del presidente Javier Mieli. Sólo un día después, confirmó que por ahora se queda en la Cámara baja

Villaverde reapareció en Viedma tras semanas de silencio. Ingresó al auditorio de la Justicia Federal con un paso firme y una puesta en escena pensada al milímetro. Dijo que renunciaría a su banca de diputada nacional y que enfrentaría al Senado con un equipo jurídico de Buenos Aires listo para “blindar” su asunción. Habló de “maniobras ilegales”, de “golpe a la democracia”, de “mafias” que pretendían arrebatarle la voluntad de 122 mil rionegrinos. 

Sin embargo, todo ese discurso épico duró menos de lo que tarda en enfriarse un café. Porque hoy, sin cámaras, sin declaraciones rimbombantes y sin los tonos desafiantes que usó el martes, Villaverde presentó una nota formal al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, para retirar la renuncia que ella misma había firmado. Es decir: decidió quedarse donde está. Y lo hizo justo después de que el Senado enviara su pliego a comisión para revisar su “habilidad moral”, un trámite que podría complicar seriamente su asunción como senadora.

Pero la contradicción no se agota en la coyuntura. El giro expone la fragilidad política que atraviesa su situación: mientras ayer decía que no daría “un paso atrás” y que la revisión del Senado era arbitraria, hoy optó por conservar su banca, sus fueros y su espacio de poder, consciente de que la Cámara Alta no le garantiza nada. Ni siquiera el respaldo público que reivindicó de Milei despeja el escenario: dentro de La Libertad Avanza las versiones cruzadas son cada vez más ruidosas, y algunos dirigentes señalan que la Casa Rosada busca evitar que el escándalo escale.

A esto se suman las causas y vínculos que alimentan las impugnaciones: su detención en 2002 en Florida por intentar ingresar un kilo de cocaína, sus nexos con Claudio “Lechuga” Ciccarelli y el dato explosivo que se ventiló en el Congreso: más de 20 viajes realizados con pasajes oficiales cedidos al primo y testaferro del narco extraditado Fred Machado. Ese combo alimenta el debate sobre su “idoneidad moral” y la obliga a recalcular cada movimiento.

La interna libertaria tampoco ayuda. La flamante presidenta del bloque de senadores libertario, Patricia Bullrich, retiró el diploma de Villaverde la semana pasada y pidió que el pliego vuelva a comisión. También fue quien con gestos llamativos y tono de voz elevado, convenció a la empresario rionegrina a que se retire del recinto cuando se aferraba a su banca pese a la confirmación de que no iba a asumir. 

Con este volantazo, Villaverde deja una postal nítida del momento: ayer se mostraba como víctima de una persecución política; hoy se replegó para evitar quedar afuera del Congreso. La contradicción revela que la pelea por su banca está lejos de terminar y que, por ahora, la única certeza que tiene es que le conviene quedarse donde está. 

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