Microcentro

Un choque, una lesionada y un problema con la policía

Un choque tempranero en el microcentro, terminó con una mujer taxista trasladada al hospital. Luego hubo problemas entre la policía y nuestro móvil por la cobertura periodística del incidente.
martes, 11 de diciembre de 2018 · 09:00

Esta mañana, pasadas las 6:30hs, chocaron un taxi y un automóvil particular en la esquina de Avenida Argentina y Elordi. La conductora del taxi fue trasladada por el SIEN con politraumatismos.

El taxi, un Volkswagen Voyage con licencia número 205, bajaba por avenida hacia el sur cuando fue impactado en la puerta del conductor por un Peugeot 208, color negro, que transitaba perpendicularmente ingresando a calle Elordi.

Por el impacto resultó lesionada con politraumatismos, la conductora del taxi, una mujer de unos veinticinco años, que luego de estabilizada en la ambulancia fue trasladada por el SIEN al Hospital Castro Rendón, distante a dos cuadras del lugar del choque.

La avenida estuvo cortada al tránsito, mano al sur, mientras se realizaban las tareas de asistencia y de peritaje.

Totalmente ajeno al episodio vial, fue la angustiante situación que desde el móvil tuvimos que vivir con el personal policial mientras hacíamos la cobertura periodística del evento.

Mientras tomaba fotografías de las tareas sanitarias, a una distancia prudente para no interferir, un efectivo se acercó tratando de tapar la imagen y dándome la orden de que me retirara del lugar. Le consulté al oficial si estaba vulnerando alguna cuestión de seguridad, o si interfería en la tarea sanitaria, y al responder que no, le dije que iba a seguir trabajando.

El policía insistió en que me retirara, ahora diciendo que eran órdenes de la médica de la ambulancia, pero no hice caso sabiendo con certeza que nos asistía la ley, y sólo así pude terminar con la recolección de la información para luego volcarla al aire desde el móvil.

Cuando hice el despacho desde el lugar, donde también relatamos el episodio ajeno al choque, se me acercó una efectivo diciendo ser la oficial a cargo del móvil 1144, y nuevamente quiso justificar la acción de su subordinado. Viendo que sus palabras no apuntaban a una solución, y que sólo trataban de convencerme de que impedirnos informar era legítimo, la insté a que me demore y le dije que contaba con mi colaboración.

Como nada apuntaba a una solución la saludé con un “… hasta luego señorita, muchas gracias”, y comencé a retirarme; la oficial me siguió unos pasos y dijo –Somos la autoridad, usted debe obedecernos-, me di vuelta y le contesté como pude, pues siempre que quise hablar ella lo hacía sobre mi –Disculpe pero no, yo obedezco la ley, y lo que ustedes están haciendo raya en el delito. Adiós-. Y ahí, finalmente pudimos retiramos, habiendo cumplido con nuestro trabajo.

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