En la localidad bonaerense de San Francisco Solano, fue detenido en las últimas horas un hombre que le confesó a un amigo haber matado a una persona, y arrojado una parte del cuerpo a un arroyo.
El pasado miércoles, uno de los denunciantes del hecho recibió en su vivienda al asesino, quien en un estado de ebriedad y exaltación le confesó: "Me mandé una cagada, maté a uno, lo tengo en el fondo de casa". El hombre no le creyó y le pidió que se retire del lugar.
Ese mismo día, una mujer arribó a la Comisaría 4ta y preocupada le manifestó a los efectivos que buscaba a su hermano, Kevin González, a quien no veía desde la madrugada. Lo último que supo de él, es que se había juntado con otra persona, que luego se descubriría, es el único acusado por el macabro hecho.
La fiscal de la causa, Mariana Curra Zamaniego, ordenó un allanamiento en la jornada de este jueves, en la vivienda del principal sospechoso de la desaparición de González, ubicada en las calles 887 y 840.
Allí, la Policía Científica, se encontró con una escena de espanto: Hallaron los restos de un brazo izquierdo y parte de un torso humano, incinerados. Además, encontraron prendas de vestir y armas blancas. Además, continuaron con la búsqueda en el arroyo Las Piedras, lindante a la casa, y allí se toparon con una pierna derecha que también tenía signos de quemaduras.
Luego del hallazgo de todas esas pruebas, arrestaron al hombre y lo derivaron a la seccional local, en donde ya está a disposición de la Justicia, por "homicidio".