Femicidio de Guadalupe: también denuncian al novio policía

La familia de Guadalupe Curual, la joven asesinada el 23 de febrero en el centro de Villa La Angostura, presentó un escrito para que se investigue y se formulen cargos por incumplimiento en los deberes de funcionario público, para el ex juez multifueros Jorge Videla y los efectivos policiales de la comisaría 28, en la que la víctima del femicidio presentó denuncias contra Juan Bautista Quintriqueo días antes del femicidio. Entre ellos, figura el oficial inspector Roberto Yevenes, la última pareja de Guadalupe, a quien le atribuyó “no haber girado de inmediato” esas denuncias a la fiscalía penal.

Con el asesoramiento de los abogados Marcelo y Tomás Hertzriken Velasco, Esteban Elvio Curual (padre), Daniela (hermana) y Esteban Rodrigo (hermano) se presentaron como querellantes y solicitaron que se investigue y se formulen cargos “contra quienes por omisión de actos de su función provocaron la muerte de Guadalupe Julieta Curual”.

Respecto del renunciado juez Videla, en el escrito se destacó que “15 días antes del femicidio ingresó al juzgado un oficio de la Licenciada Di Tommaso, a cargo de la dirección de Protección Integral de Derechos de la Municipalidad de Villa La Angostura” en el que se afirma que “el señor Quintriqueo Bautista incumple permanentemente las medidas dispuestas”. Ese escrito jamás salió del despacho del magistrado.

Once días antes del femicidio, desde el hospital de Villa La Angostura la Licenciada en Servicio Social Mariana Solís y la psicóloga Trinidad Martínez informaron que “la víctima no cuenta con familia en la localidad y refirió episodios de violencia considerados de alto riesgo, como amenazas con cuchillo”. Ese informe tampoco abandonó los cajones del juzgado de Familia de Videla.

Le endilgó no haber adoptado medidas de seguimiento ni protección, no ordenó el secuestro del cuchillo usado por Quintriqueo para las amenazas, ni sancionó los reiterados incumplimientos de la restricción perimetral.

La actuación de Yevenes

En el escrito que presentó Hertzriken Velasco, se reveló un detalle hasta ahora desconocido: que las denuncias que Guadalupe radicó en la comisaría 28 el 6 y el 29 de enero, fueron tomadas por el oficial subinspector Roberto Yevenes, pareja de Guadalupe y quien recibió cinco heridas de arma blanca la noche del femicidio. Esas denuncias “no fueron giradas a la fiscalía” penal de Adrián de Lillo, pese a que la joven denunciaba golpes y amenazas de muerte con un cuchillo por parte de Quintriqueo.

En la primera de las presentaciones en la sede policial, Guadalupe denunció que el 6 de enero, a las once de la noche, pese a la vigencia de la restricción perimetral Quintriqueo irrumpió en su domicilio. Le preguntó si “estaba con otra persona” y ante el pedido de que se retire éste le dijo: “tené cuidado” y le mostró un cuchillo. Dos días después, cuando la joven fue a lo de Quintriqueo a buscar a su hija, “la zamarreó y la tiró al piso”, mientras le pedía explicaciones sobre su vida personal.

Yevenes fue quien le tomó la denuncia pero “omitió comunicar en forma inmediata al fiscal, de la comisión de esos delitos”, conformando un “incumplimiento en los deberes de funcionario público, a la vez que “cometió una falta ética al involucrarse afectivamente con la denunciante”.

Y el 29 de enero poco antes de las diez de la noche, la joven volvió a la comisaría para radicar otra denuncia que también fue tomada por Yevenes quien tampoco le dio curso a la fiscalía correspondiente.

El pedido de investigación también alcanza al jefe de la comisaría 28 de Villa La Angostura, comisario Guillermo Alfaro, quien, ante las violaciones a las restricciones de acercamientos y amenazas denunciadas “no ordenó la detención de Quintriqueo por flagrancia”.

Guadalupe Curual fue asesinada de una puñalada en pleno centro de Villa La Angostura por Juan Bautista Quintriqueo, la noche del 23 de febrero de este año.

Tras el femicidio, Quintriqueo intentó suicidarse frente a los policías de civil que lo detuvieron. Fue internado en el hospital de Villa La Angostura donde perpetró su segundo intento de suicidio, ahorcándose con un cable pese a tener custodia policial. Murió días después en una sala de terapia intensiva del nosocomio de San Martín de los Andes.