EN 2003 VIOLÓ Y ASESINÓ A ANTONIA BRIZUELA

Mató a una chica de 17 años y estaba prófugo en Catriel

La Brigada de Investigaciones averiguó que trabajaba en blanco en Medanito y lo detuvo.
miércoles, 14 de abril de 2021 · 00:00

Antonia de los Ángeles Brizuela tenía 17 años, murió por asfixia por inmersión luego de ser salvajemente violada y golpeada por al menos tres personas, de los cuales solo uno de ellos cumple prisión. Por cuestiones de los famosos tiempos de la Justicia, uno de los condenados a reclusión perpetua por el femicidio se fugó antes de que el fallo quede firme, pero después de 18 años fue encontrado en Catriel donde formó una familia y hasta trabajaba en blanco en una empresa petrolera.

Jesús Antonio Mereles fue capturado mientras caminaba por las calles de Catriel. Hace días que ya no iba a trabajar a Medanito. Podía intuir que algo raro sucedía, como cuando en junio de 2003 le hizo llegar una carta a un policía que le seguía los pasos y allí contó una historia diferente a la real, pero que en algún punto reconocía quien había violado, golpeado y arrojado a un canal -aún viva- a Antonia, en la pequeña localidad sanjuanina de Media Agua, conocida como el lugar donde se producen los mejores melones del país y donde este verano se produjo un terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter.

A través de una nota periodística publicada hace dos años, en la que se hacía referencia a Mereles como prófugo del femicidio de Antonia, la Brigada de investigaciones de Cipolletti comenzó a seguir un dato. En aquella nota además del nombre aparecía una foto y luego de varios meses lo pudieron ubicar. Al chequear la información con la empresa Medanito, surgió que trabajaba allí como empleado desde hace años. Por lo que quedan dudas de qué manera lo buscó la Justicia de San Juan, ya que al pedir informes a la ANSES o a diferentes bancos, lo hubieran podido encontrar de manera más rápida.

Con los datos certeros en su poder, la Brigada le entregó la información al Cuerpo de Investigación Judicial de Cipolletti, quien encabezó el operativo desarrollado por la Policía de Río Negro luego de seguirle los pasos y tener la seguridad de que se trataba de la misma persona que hace 18 años había abusado, golpeado y asesinado a una joven de 17 años.

De acuerdo a aquella nota periodística que alertó a los investigadores cipoleños, Mereles asistió a todas las audiencias del proceso judicial en su contra. Luego de escuchar la sentencia de prisión perpetua, salió junto con su abogado de los tribunales sanjuaninos y nunca más se supo nada de él. La detención no fue inmediata porque aún había instancias de apelación para que el fallo quede firme y ya se encontraba vencido el plazo de prisión preventiva.

El caso de Antonia tiene paralelismos con el de la joven Otoño Uriarte, asesinada en Fernández Oro en 2006. Ambas fueron atacadas sexualmente cuando regresaban a su casa ubicada en la zona rural de las ciudades donde vivían y también aparecieron muerta dentro de un canal de riego. Entre las diferencias, a Antonia saben quien la mató, cosa que nunca se supo con certeza de Otoño, causa que nunca llegó a juicio.

Durante la madrugada del 1 de junio de 2003, la joven de 17 años se desencontró con sus hermanos y le pidió a un joven conocido que la acompañe hasta su casa en la zona rural. Roberto Fabio Menéndez estaba acompañado por Mereles, Carlos Alberto Arredondo y otro joven, y mientras caminaba con la chica, coordinó con sus cómplices en qué lugar se encontrarían para atacarla. Fue así como a los pocos kilómetros la emboscaron a la altura de un canal.

La investigación pudo determinar que los tres atacantes la arrastraron por la orilla del canal donde la sometieron en manada. Arredondo contó que él llegó después de unos minutos y vio como Mereles la violaba, y fue Menéndez quien le dio el golpe de gracia a Antonia: Con una trompada la desmayó, luego la cargó sobre uno de sus hombros y la arrojó al cauce del canal.

El cuerpo fue encontrado de casualidad nueve días después por una nena que buscaba leña y cayó al canal, al intentar salir por una compuerta, logró ver el cadáver de Antonia. En el pueblo nadie sabía nada de lo que había sucedido. Sin embargo alguien comentó que uno de los que pibes con los que la joven había estado hablando en el boliche era Mereles. Un policía curioso fue hasta la casa de este, pero no lo encontró, sin embargo días después recibió una carta en la que le contaba que Menéndez la había violado y tirado al canal, pero que no habían dicho nada porque estaban amenazados. 

Luego se comprobó tras las pericias que habían restos de ADN de los imputados, como también que Antonia fue arrojada con vida al canal, pero al estar inconciente murió por inmersión. Menénedez escapó y fue capturado tiempo después en Quilmes, donde mató a otra mujer. En el juicio, Menéndez quedó preso y purga una condena perpetua, en tanto que Mereles escapó y recién ayer, lograron capturado.

Se supo que el juez de Cámara sanjuanino Maximiliano Blejman realizó un exhorto a sus pares cipoleños para que el femicida sea trasladado y dispuso una comisión de la Policía de esa provincia para que llegue al Alto Valle para llevarlo de vuelta a San Juan. 

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