Masacró a un almacenero porque no le fió una cerveza

Matías Andrade mató salvajemente a Silvestre Reynaldo Quiroz que no quiso fiarle dos latas de cervezas. Lo asesinó con un arma de origen chino implementado en el sistema de artes marciales japonesas del Kobudo. Ocurrió el pasado sábado a plena luz del día en la localidad bonaerense de San Justo. 

“Estaba muy drogado y no me acuerdo de nada”, fue una de las frases que lanzó Andrade al fiscal, para defenderse de la imputación que le recae por masacrar al comerciantes de 35 años, de nacionalidad Boliviana. Según la teoría del caso que investiga el Ministerio Público Fiscal es que el trágico desenlace comenzó cuando el acusado, en un evidente estado de ebriedad ingresó al almacén y verdulería ubicada sobre la calle Parral al 3400, donde consumió dos latas de cerveza y quiso irse sin pagar. 

Allí fue cuando Reynaldo se negó a fiarle y Andrade, totalmente fuera de sí, reaccionó de una manera muy violenta golpeándolo en la cabeza con un nunchaku y, ahí, una vez indefensa la víctima lo apuñaló varias veces. Todo ocurrió a la vista de vecinos y la propia familia de Quiroz, que finalmente murió en el Hospital Balestrini de Ciudad Evita algunas horas después.

El asesino primero se negó a declarar ante el fiscal Gastón Bianchi que le imputó los delitos de homicidio agravado criminis causa y robo calificado por el uso de armas en dos hechos. Más tarde, al confirmarse la muerte de Reynaldo, la causa pasó a manos del fiscal Marcos Borghi de la Fiscalía Especializada en Homicidios de La Matanza.

Todas las pruebas están en su contra, ya que el ataque quedó todo registrado en una cámara de seguridad de la zona, además de los testigos presenciales. 

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