ESPERABAN EL DESOVE
Rompieron el cerco perimetral y robaron 200 truchas
Las sacaron de la trampa que funciona en el arroyo Ñireco donde les sacan las ovas y son incubadas.La policía de la Subcomisaría 80° de Bariloche investiga un hecho sin precedentes que afecta considerablemente el resguardo de las truchas y la producción de alevinos para sembrar en los diferentes ríos de Río Negro y Neuquén. Unas 200 truchas que estaban en la trampa del arroyo Ñireco fueron robadas antes del desove y de la incubación correspondiente.
Cerca de las 5 de la mañana del domingo, los vecinos de la trampa del Ñireco vieron una camioneta estacionada en el sector, pero no sospecharon lo que se enteraron pocas horas después. Tras romper parte del alambrado olímpico e ingresar a las instalaciones, los delincuentes se llevaron todas las truchas que se encontraban en una de las piletas, que serían unos 200 ejemplares de 1,5 kilos de promedio.
Si bien el valor comercial de las truchas en el mercado es elevado, es mucho peor e incuantificable el daño ambiental que se produjo. Los ejemplares llegan hasta el lugar de manera natural tras remontar el arroyo desde el lago Nahuel Huapi y cumplen parte de su ciclo reproductivo allí.
El robo fue denunciado por el director provincial de Acuicultura, Juan Martín Llorens, una vez que se detectó el episodio cerca del mediodía del lunes. Los ocasionales testigos observaron la presencia de un vehículo sospechoso y aportaron los datos a los investigadores que trabajan en la averiguación de datos para dar con los responsables. Se especula que las truchas eran para proveer a distintos restaurantes de Bariloche que presentan en sus cartas esta especialidad.
Los salmónidos buscan desovar en la naciente de los arroyos, pero la depredación que producen los pescadores furtivos pone en riesgo la conservación, por lo que a partir de la década del 90 se construyeron las trampas para preservar a los reproductores. En las piletas alcanzan la máxima maduración gonadal, luego son desovados artificialmente y devueltos al lago Nahuel Huapi.
En tanto que las ovas son incubadas, utilizando las instalaciones de la Piscicultura de Piedra del Águila y posteriormente sembradas, con fines de repoblamiento, en varios espejos de agua de Río Negro y Neuquén, siempre dentro de la cuenca de la que provienen los reproductores.
De julio a noviembre de cada año se albergan en las piletas unas 3 mil truchas, de las que se obtienen algo más de 1 millón de ovas mediante la aplicación de técnicas de inseminación artificial.