TENÍA PERMISO DE SALIDA Y NO REGRESÓ

Mató a un policía, quemó un juzgado y sumó una nueva fuga

El Chanchi Becerra se ganó el respeto en el mundo del hampa y está nuevamente en la calle.
miércoles, 8 de septiembre de 2021 · 05:00

El Chanchi Becerra esta nuevamente en la calle. Y como gran parte de su vida en libertad, huyendo de la Policía que lo busca de manera desesperada, conociendo sus peligrosos antecedentes. En base a su comportamiento esquivo a la ley y con hechos resonantes, se supo ganar respeto en el mundo del delito, y hoy es buscado por la fuerza de dos provincias.

El domingo a las 20 el pesado delincuente de 38 años debía volver a la Unidad 4 del Servicio Penitenciario Bonaerense. Por superar los dos tercios de la condena, fue beneficiado con salidas transitorias. Pero el permiso de 48 horas se agotó y Becerra no regresó a su celda. Inmediatamente se le comunicó la situación al juez de Ejecución y se libró la orden de captura para que la Policía Bonaerense lo atrape. También se lo informaron a la rionegrina, ya que el delincuente es oriundo del populoso barrio Guido de Viedma.

El Chanchi no es un delincuente del montón. Sino que todo lo contrario y a fuerza de hechos resonantes se supo ganar un respeto entre sus colegas, por lo que se cree que "debe estar aguantando con algún malandra y en cualquier momento hará algún golpe, esperemos atraparlo antes", confió un viejo policía que lo conoce desde que era menor de edad y solía andar armado por los pasillos del barrio Guido.

Precisamente en esa época saltó a la fama por asesinar de un certero disparo en el corazón al sargento Miguel Angel Quiribán, en abril de 2000. El policía estaba hablando por teléfono con su esposa cuando se escuchó el ruido de un disparo y gritos. A los pocos minutos alguien golpeó la puerta y le avisó a la familia lo que había pasado. Apenas una hora y media más tarde se confirmó la muerte.

Becerra al ser menor fue trasladado al Maruchito de Roca, un establecimiento para presos de confianza y menores que depende del Servicio Penitenciario provincial. Pero a los pocos meses se escapó. Al tiempo lo atraparon y se volvió a fugar.

Mientras estaba al margen de la ley, protagonizó un hecho histórico junto con otros delincuentes e instigados por un abogado viedmense, ingresaron al edificio del Poder Judicial -ubicado en la misma manzana que la Casa de Gobierno, el Ministerio de Salud y la Jefatura de Policía- y prendió fuego el Juzgado de Instrucción Penal 4, en julio de 2015. Por este caso no se lo pudo condenar porque una mala investigación inicial impidió que se recolecten pruebas genéticas dentro del organismo quemado. 

Como era previsible, el Chanchi cayó por un robo y terminó en la cárcel de Viedma. Pero su condición de experto en fugas le permitió escapar nuevamente. En octubre de 2016, por un descuido de los penitenciarios consiguió un criquet de auto con el que forzó las rejas de la celda 22 en la que estaba alojado. Con otros dos presos llegó hasta el alambre perimetral que cortó con un alicate y huyeron en un Chevrolet Cruze que los esperaba afuera. Mientras escapaban, tiraron maderas con clavos para que los policías no pudieran perseguirlos en los patrulleros.

Becerra cayó preso por ultima vez en Mar del Plata, en abril de 2017. Además de la policía de Río Negro, a esta altura ya lo buscaba también la Bonaerense, ya que en noviembre del año anterior protagonizó un violento asalto a una pareja mayor en un establecimiento rural ubicado en el paraje Juan Vincenty, en el kilómetro 70 de la ruta 55. En el lugar cometió un error de principiante, dejó plasmadas las huellas de tres dedos de su mano izquierda en un vaso y esa fue la principal prueba para determinar que fue uno de los atacantes del hombre de 78 años al que golpeó salvajemente.

Mientras estaba en la clandestinidad, Alicia Mambreani ex pareja de Becerra en Viedma y su hija de 9 años fueron baleadas y debieron recibir atención médica. La mujer cubrió a su ex y brindó una declaración falsa de cómo fueron los hechos, sin embargo luego se comprobó que el autor de los disparos había sido el Chanchi. La mujer tenía dos orificios de entrada y salida en la pierna derecha a la altura del muslo y por encima de la rodilla, en tanto que la niña tenía una herida similar en la pierna.

Una vez apresado, mientras circulaba por las calles de Mar del Plata con un documento falso, fue juzgado y terminó en Bahía Blanca, por la cercanía con su familia en Viedma y el derecho que tienen los internos de permanecer cerca de sus vínculos. Ya con las dos terceras parte de su condena, accedió al beneficio de las salidas transitorias, que respetó hasta el pasado domingo, cuando debía regresar a la Unidad 4 y nunca lo hizo.

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