CRIMEN POR CODICIA

Perpetua al pizzero que mató a su empleado para no pagarle

Luis Mieres, asesinó a barretazos y puñaladas a Jorge Zágari. Enterró el cadáver en los fondos del local y lo tapó con cemento.
jueves, 22 de diciembre de 2022 · 19:42

Acusado de haber cometido un crimen “por codicia” como motivación, un pizzero llamado Luis Mieres, de 71 años, fue sentenciado a prisión perpetua por el asesinato de Jorge Daniel Zágari, de 53, su empleado, quien le reclamaba el pago de sueldos adeudados. Tras asesinarlo, enterró su cadáver en su local gastronómico de Ituzaingó.

Este jueves el Tribunal Oral Criminal 5 de Morón dio a conocer el falo en el que aplicó la pena máxima para Mieres por el delito de homicidio agravado por codicia. El hijastro de Mieres también fue sentenciado pero con dos años de prisión por encubrimiento.

Los jueces Julia de la Llana, Marcos Lisa y Gabriel Sotelo avalaron la teoría del fiscal Patricio Pagani que encuadró el delito en la codicia como agravamiento pero descartó la alevosía.

Zágari desapareció el 9 de diciembre de 2020 y su cadáver fue encontrado 6 días después debajo de una capa de concreto, en los fondos del local comercial de Mieres.

Según el informe de la autopsia, Zágari fue apuñalado en el estómago y atacado a golpes con una barreta y luego enterrado en una fosa en los fondos de la vivienda y tapad con una gruesa capa de cemento.

El imputado, al ser detenido, confesó el asesinato. Dijo que la víctima le reclamó el pago de sueldos adeudados, aguinaldo y vacaciones. Cuando Mieres le dijo que no tenía dinero porque le había ido mal a causa de la pandemia de coronavirus, se originó una pelea que precedió al brutal ataque.

Primero atacó a Zágari con una barreta en el momento en que cargaba una bolsa de papas en el baúl de su auto.

Según un testimonio revelado por la agencia Télam, el imputado golpeó reiteradamente en la cabeza a la víctima con una barreta. Un empleado escuchó decir “¿qué te hice Luis?”, lo que no dejó lugar a dudas que el atacante era su patrón.

Luego enterró el cuerpo en un lugar al que su esposa no tenía acceso. Su hijastro le ayudó a limpiar la escena, e incluso le llegó a responder a un empleado que consultó por esas manchas hemáticas que era “sangre de pollo”.

La desaparición de Zágari ocurrió el miércoles y al día siguiente su familia la denunció. Esa misma jornada, el auto de la víctima fue encontrado quemado en Merlo.

Fuente: Télam

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