Confesó un crimen y su hermano zafó de la cárcel

El regreso a casa, de madrugada, después de un sábado con amigos fue una trampa mortal para Alejandro Torres. El pibe de 18 años fue alcanzado por un hombre que, con una campera de policía, lo hizo parar y le quiso robar el celular. La defensa del aparato le costó la vida, una puñalada certera en la espalda acabó con su vida. La Justicia de Río Negro investigó y difundió la captura del presunto asesino, pero 10 meses después se supo que no mató a nadie, sino que el asesino era su hermano.

La historia es digna de un cuento policial. Es que una seguidilla de robos ocurridos en Regina derivaron que en un giro abrupto e impensado en la causa del robo seguido de muerte de Torres. Es que luego del crimen, ocurrido el 21 de mayo del año pasado tenía un imputado esperando por el juicio, al que nadie escuchó cuando clamaba por su inocencia.

Los amigos de Torres, que también resultaron heridos, pero tuvieron mejor suerte. Relataron que volvían al barrio y cuando caminaban por Guaraní casi Juan Moreira de Villa Regina, fueron alcanzados por un hombre en moto, que llevaba una campera policial.

Les exigió que se pongan contra la pared y cuando comenzó a palparlos, le quiso sacar el celular a la víctima, quien se defendió. El ladrón le acestó una puñalada letal en la espalda que le provocó un neumotorax. La muerte fue casi inmediata. Los intentos por reanimarlo no dieron resultado. 

La fiscalía y la Brigada de Investigaciones se puso a trabajar y dos semanas después promocionaron la detención de un joven mayor de edad en Concordía, Entre Ríos. Emiliano Schonfell fue apresado tras de varios allanamientos en Chichinales y Regina. Unos días después, le formularon cargos y entre las pruebas aportaron los registros de las cámaras de seguridad cercanas a la escena del crimen. Aunque el abogado defensor pidió medidas cautelares menos gravosas, le impusieron prisión preventiva por riesgo de fuga.

El menor de los Schonfell clamó por su inocencia, pero nadie le creyó. La fiscalía tampoco aportó más pruebas para demostrar lo contrario. Pero todo cambió a partir de la detención del hermano mayor como autor de otros robos en la ciudad. Mientras estaba detenido, Eric decidió confesar el crimen de Torres, hecho en el que no estaba ni sospechado.

Con su defensor oficial, le planteó a la fiscalía un acuerdo en el que asumió su responsabilidad y fue condenado por "homicidio simple y lesiones leves en concurso real". También le unificaron pena por "lesiones leves, robo simple y amenazas en concurso real", ocurrido en enero de 2023; otro delito de noviembre de 2023, "hurto de vehículo dejando en la vía pública”; otro ocurrido en enero, “robo agravado por el uso de arma blanca y por causar lesiones graves en concurso real”; y por último "resistencia a la autoridad y lesiones leves", protagonizado en agosto de 2021.

La suma de hechos agravó la pena que el Tribunal decidió que sea de 14 años de prisión. De esta manera logró que su hermano menor zafara de la cárcel y la pena casi segura de 10 años que le hubiese correspondido por el crimen de Torres.