El historiador y escritor Santiago Rosa reflexionó sobre el fenómeno de los bandidos rurales en la historia argentina, destacando su papel como expresión de las tensiones sociales, políticas y culturales de cada época. Durante la charla, Rosa mencionó que figuras como Juan Bautista Bairoletto, conocido como el Robin Hood de Las Pampas, o Mate Cosido, forman parte de una tradición de rebeldes populares que desafiaron al poder establecido y que, con el tiempo, fueron transformados por la memoria colectiva en símbolos de justicia social.
“El bandido rural muchas veces surge como respuesta a una situación de desigualdad o de abuso de poder. No siempre fue un delincuente en el sentido estricto, sino alguien que actuó desde los márgenes frente a un sistema injusto”, explicó el historiador en el programa Republica Nqn que se transmite por el canal de Versus Stream.
Rosa también se refirió a los casos internacionales que influyeron en el imaginario popular, como Butch Cassidy y Sundance Kid, quienes tuvieron paso por la Patagonia argentina, y al Tigre del Quequén, figura poco recordada pero parte de la misma tradición. El autor destacó además cómo estos relatos se entrelazan con las manifestaciones religiosas populares, como las devociones al Gauchito Gil o San La Muerte, donde se combina la fe, la justicia y la transgresión. “En ambos casos hay una búsqueda de reparación, de justicia desde abajo, que conecta con el sentir de los sectores populares”, agregó.
Finalmente, Rosa señaló que el estudio de estos personajes permite comprender cómo se construyen los mitos nacionales y cómo la cultura popular resignifica a quienes alguna vez fueron considerados forajidos.