Un camionero del Gran Buenos Aires de 36 años fue condenado por transportar casi 14 kilos de marihuana ocultos en la cabina de un camión utilizado para distribuir vacunas contra el Covid-19. Aunque la Justicia Federal de General Roca lo halló culpable, no irá a prisión.
Todo comenzó la noche del 11 de enero de 2022, cuando la Policía Federal detuvo un camión Mercedes Benz Axos en un control sobre la Ruta Nacional 3, cerca de Las Grutas. El vehículo llevaba inscripciones de transporte de vacunas, lo que llamó aún más la atención de los agentes. El conductor estaba visiblemente nervioso y apurado por continuar su viaje. Ante testigos, se utilizó al perro detector Kira, que marcó actividad en la cama de la cabina.
Debajo, los efectivos de la Policía Federal encontraron una caja con 19 paquetes rectangulares, los clásicos “ladrillos” de marihuana. El pesaje oficial arrojó 13,653 kilos. El hallazgo derivó en una causa por narcotráfico que rápidamente escaló en la Justicia Federal.
El camión había sido utilizado tiempo atrás para distribuir vacunas contra el Covid-19 en plena campaña nacional de inmunización. Es decir, un vehículo destinado a salvar vidas terminó siendo usado para trasladar droga.
Juicio abreviado y condena
La causa llegó al Tribunal Oral Federal de General Roca. Sin embargo, antes de iniciar el debate, la Fiscalía y la Defensa acordaron un juicio abreviado. El imputado reconoció los hechos, aceptó la calificación legal y se mostró consciente de las consecuencias penales.
El Auxiliar Fiscal Diego Martín Paolini solicitó una pena de 4 años y 6 meses de prisión, más una multa y la destrucción de la droga secuestrada. La defensora pública Gabriela Labat acompañó el acuerdo. El tribunal homologó la condena.
Lo que generó polémica fue la decisión del juez Marcos Javier Aguerrido: autorizó que el camionero cumpla la pena en su domicilio en Laferrere. El argumento fue que el hombre es padre de tres menores y único sostén económico, mientras su pareja atraviesa un tratamiento oncológico.
Así, el chofer podrá salir de su casa para trabajar y acompañar a su esposa a los tratamientos médicos. La Justicia consideró que se trataba de un caso excepcional, amparado en la normativa que protege a familias en situación crítica.