El fiscal jefe Gastón Ávila, acompañado por la asistente letrada Lucía Lucero, acusó al presunto autor de los disparos en el conflicto entre dos grupos en una plaza de San Martín de los Andes. El delito que atribuyen es el de abuso de arma y portación de arma de guerra. Según la investigación inicial, el imputado había discutido antes con la víctima por circular en moto entre los juegos de la plaza.
La situación parecía haber terminado ahí, pero más tarde volvió a buscarlo y lo enfrentó con una frase que quedó registrada en la causa: “¿Querés tiro?”. La reconstrucción señala que luego de ese desafío extrajo una pistola calibre 380 y abrió fuego mientras corría detrás del otro joven por una de las calles cercanas.
La jueza Laura Barbé avaló la formulación de cargos y ordenó un mes de prisión preventiva. El argumento central fue el riesgo para la víctima y los testigos, sumado a la gravedad de haber efectuado disparos en un espacio público lleno de gente. Pese a la acusación, el imputado tiene permiso legal para la tenencia del arma.
Mientras continúa la investigación para identificar a todos los involucrados, el caso refleja la violencia creciente entre grupos de jóvenes en la zona y la facilidad con la que los conflictos escalan hasta niveles peligrosos.