Dos delincuentes fueron acusados de cometer dos robos con media hora de diferencia en el barrio Gran Neuquén, y quedaron detenidos con prisión domiciliaria. Los hechos, que ocurrieron el 19 de noviembre, involucraron amenazas con un arma de fuego y un golpe de puño a una de las víctimas.
La acusación fue presentada por los asistentes letrados Luciano Vidal y Agustina Wouterlood, quienes expusieron que los dos robos fueron perpetrados por los acusados P.R.A y E.E.A., familiares entre sí. El primer incidente ocurrió alrededor de las 19 en la esquina de 1 de Enero y Golfo San Jorge, cuando ambos interceptaron a una mujer que caminaba por la calle. E.E.A. la apuntó con un arma de fuego y la amenazó, diciéndole “dame todo o te mato”, mientras que P.R.A. forcejeó con ella y le robó una mochila que contenía ropa, perfumes y documentos. Tras el robo, ambos se dieron a la fuga a pie.
Solo 30 minutos después, los mismos acusados sorprendieron a un hombre en la esquina de 1 de Enero y Lago Carilafquén. En este segundo robo, P.R.A. le dio un golpe de puño en la cara a la víctima, mientras que E.E.A. la apuntaba con un arma de fuego. Le sustrajeron una mochila con efectos personales, documentación y otros objetos, para luego escapar también a pie.
Ambos acusados enfrentan cargos por robo calificado por el uso de un arma de utilería, en calidad de coautores, por los dos hechos cometidos.
En cuanto a las medidas cautelares, los fiscales Vidal y Wouterlood solicitaron que P.R.A. permanezca detenido con prisión preventiva por tres meses, mientras que para E.E.A. pidieron la prisión domiciliaria durante el mismo período. Los fiscales fundamentaron su solicitud en el riesgo de que los acusados puedan entorpecer la investigación, ya que las víctimas reconocieron a ambos como vecinos del barrio donde ocurrieron los robos.
En el caso de P.R.A., los fiscales también señalaron que este tiene antecedentes penales, incluyendo una condena por delitos contra la propiedad. El 4 de noviembre pasado, se le concedió la libertad condicional con la condición de no cometer nuevos delitos, lo que refuerza el riesgo de fuga en su caso. Si es condenado por estos nuevos cargos, deberá cumplir una pena efectiva.
El juez de garantías, Marco Lupica Cristo, aprobó la formulación de los cargos y, respecto a la solicitud de medidas cautelares, resolvió imponer prisión domiciliaria para ambos acusados, con rondines policiales de control. En el caso de P.R.A., se dispuso el uso de una tobillera electrónica, aunque, mientras se la instalan, deberá permanecer bajo consigna policial.