Este miércoles 26 de noviembre, desde las 8 de la mañana, comenzará en la Ciudad Judicial de Neuquén el juicio de cesura para definir la pena que recibirán los dos coautores del asesinato de Juan Caliani, ocurrido el 1 de abril de 2024 en el barrio La Sirena de Neuquén capital, en el marco de un intento de robo.
Los responsables, que al momento del crimen eran menores de edad y hoy tienen 18 y 19 años, ya fueron declarados culpables en un juicio abreviado. En esta etapa no se discute lo ocurrido: solo se definirá cuántos años de pena recibirán.
La audiencia se extenderá hasta el 12 de diciembre, luego de un proceso previo que incluyó un año de arraigo familiar y medidas tutelares, que se prolongaron más de lo previsto y que la familia de Juan describe como un tramo duro, desgastante y revictimizante.
Un dolor que no encuentra alivio
En diálogo con Pancho Casado en AM550, Ana Mercado, madre de Juan, habló con crudeza sobre el proceso que atraviesan como familia.
“Estamos con distintos problemas de salud, teniendo una vida distinta y que nunca va a volver a ser igual”, expresó.
También dejó en claro el impacto emocional que provocó no solo el crimen, sino todo lo que vino después:
“La bronca, el sentir esto tan injusto, es algo que tenemos que procesar diariamente, y también el cuerpo acusa recibo de todo esto”.
Lejos de buscar venganza, puso el foco en el daño irreversible:
“Quien más perdió fue mi hijo, fue Juan”.
Qué se va a discutir en esta etapa
Ana Mercado explicó que el juicio de cesura tendrá varias instancias, donde se escucharán testigos vinculados al proceso de los imputados y también a la familia de la víctima.
“Primero declararán las personas de libertad asistida, que hicieron tratamientos, con equipos disciplinarios y del hogar donde estuvieron alojados, esos son los primeros testigos. El dispositivo de Arraigo Familiar. Después declaran testigos que tienen que ver con nosotros, con la querella, y luego testigos que tienen que ver con la docencia”.
Finalmente, será el juez quien determine la pena.
“Finalmente el juez tendrá que expedirse sobre la pena que le corresponde estos dos jóvenes que ya fueron declarados como culpables como coautores de asesinato en ocasión de robo”.
“Nada termina de compensar”
Ana Mercado fue clara al hablar de lo que representa esta instancia para la familia.
“No creo que haya número que termine de cerrar, una condena tampoco. Nada termina de compensar”.
Sin embargo, remarcó la necesidad de que el fallo tenga un sentido reparador:
“Esperamos que tengan en cuenta estos factores, para que la pena sea ‘reparadora’, en el sentido de que por un lado nos permita poner como un cierre a este proceso, y poder conectarnos con el recuerdo con nuestro hijo, hermano, desde otro lugar”.
También pidió que se tenga en cuenta el daño que provocó el crimen más allá del ámbito familiar:
“Ponderar el daño social, en los espacios de trabajo y de militancia de Juan. Toda vida vale y nadie merece que se la quiten”.
Sin arrepentimiento, sin consuelo
Consultada sobre la actitud de los imputados, Ana Mercado fue tajante.
“No vi arrepentimiento y, de haberlo, sería una cuestión formal para sacarse responsabilidad”.
Y agregó una reflexión que profundiza el impacto social del caso:
“Las personas cuando tienen miedo y están acosadas por el temor, de perder la vida o sus cosas, también pierden racionalidad”.
Más allá del caso: una discusión de fondo
La madre de Juan también planteó que el crimen abre un debate más profundo sobre la responsabilidad del Estado, la Ley 2302 y las políticas públicas para menores.
“Así como se impuso la figura del femicidio, acá hay que hacer un estudio y abandonar esas posturas que terminan siendo maniqueas (…) el problema está, ahora hay que ver qué hacemos, cómo se aborda, qué cosas no se hicieron hasta ahora para que precisamente existan dos menores asesinos como los que asesinaron a Juan”.
Acompañamiento y temor
La familia confirmó que habrá personas acompañando afuera del Poder Judicial durante las audiencias. El caso, además de dolor, dejó un barrio marcado por el miedo.
“Espero sinceramente que el juez pondere este largo proceso que hemos atravesado como familia, que atravesó el barrio, lastimando con mucho miedo”.