Un ladrón fue reducido y casi linchado por un grupo de vecinos de Cipolletti, luego de meterse en una vivienda durante la noche. El hombre, que terminó golpeado y suplicando “me pegaron” cuando arribó la Policía, no alcanzó a robar nada y terminó trasladado a la Comisaría 32° para las actuaciones de rigor.
Según relataron los propios habitantes del barrio, todo comenzó cuando una mujer escuchó ruidos extraños en su casa de calle Venezuela. Enseguida dio aviso y, en cuestión de minutos, varios vecinos salieron a la calle ante la sospecha de que alguien andaba merodeando los techos. Fue ahí cuando lo vieron: un hombre que se desplazaba sigilosamente entre las chapas, como si buscara el momento justo para escapar.
Sin embargo, no llegó lejos. Los vecinos lo rodearon a la altura de la plaza ubicada en Colombia y Miguel Muñoz, lo redujeron en el piso y estuvieron a un paso de hacer justicia por mano propia. Algunos incluso admitieron que estaban “hartos de los robos” y que esta vez “no lo iban a dejar ir así nomás”. La tensión creció rápido, y el hombre terminó recibiendo varios golpes antes de que los efectivos policiales arribaran al lugar.
Cuando llegó la patrulla de la Comisaría 32°, la escena era un hervidero: gritos, nervios y un detenido que repetía que lo habían golpeado. Los uniformados actuaron de inmediato y dispusieron su traslado urgente en el móvil para resguardar su integridad física, mientras intentaban calmar a los vecinos que seguían indignados.
Luego, la dueña de la vivienda confirmó a la Policía que el intruso no alcanzó a llevarse nada ni causó daños, pero igual fue invitada a radicar la denuncia correspondiente. El detenido, en tanto, quedó a disposición de la Comisaría 32°, donde se definirá su situación procesal.
Así, una noche que parecía tranquila terminó con un intento de linchamiento frustrado, un ladrón lastimado y un barrio entero que volvió a decir basta.