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Miércoles 03 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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Le gatillaron en la cara y el arma falló: noche de furia en Fernández Oro

Un vecino de Costa Esperanza denunció que dos hombres en moto lo atacaron y le gatillaron con un revólver calibre 22 que no disparó. El arma fue secuestrada en Fernández Oro y las pericias definirán si estaba apta para el tiro.

Miércoles, 03 de diciembre de 2025 a las 16:36
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El revólver calibre 22 secuestrado no tiene gatillo

Una noche de terror vivió un hombre de Fernández Oro, cuando dos sujetos en moto irrumpieron en su casa: uno lo golpeó brutalmente y luego le apuntaron con un revólver calibre 22 que, por una falla mecánica, no disparó. La denuncia derivó en una causa por “lesiones y amenazas calificadas”, mientras la policía secuestró el arma que, increíblemente, carecía de gatillo.

La secuencia comenzó el martes, cerca de las 20, en el patio delantero de una vivienda ubicada en el barrio Costa Esperanza, a la vera del canal principal de riego. Allí, la víctima relató que estaba junto a su familia cuando apareció una moto con dos hombres. Sin mediar palabra, el acompañante descendió y le propinó una piña directa al rostro. El ataque fue tan sorpresivo que rápidamente se desató una pelea en la que intervinieron otros familiares presentes, transformando el episodio en una trifulca generalizada.

Pero lo peor estaba por venir. Según el denunciante, en medio de la confusión el agresor extrajo un revólver calibre 22 y apuntó contra él y sus seres queridos. Con amenazas de muerte, gatilló varias veces, aunque el arma nunca disparó. En la presetnación policial aseguró que la falla mecánica fue lo único que evitó que la violencia se transformara en tragedia. El miedo, sin embargo, quedó instalado: "Nos quiso matar", repitió en la Comisaría 26°.

La policía inició una investigación bajo la carátula de "lesiones y amenazas calificadas". Lo insólito ocurrió poco después: el acusado, sabiendo que lo buscaban, se presentó voluntariamente en la misma dependencia, con el arma dentro de una mochila. En presencia de un testigo de urgencia, los efectivos procedieron al secuestro del revólver, un calibre 22 corto plateado con cachas negras.

El detalle que sorprendió a todos fue revelado en las fotos oficiales: el revólver carecía de gatillo. Ahora, las pericias deberán determinar si estaba apto para disparar, lo que definirá la gravedad de la causa y el futuro judicial del acusado. La diferencia es crucial: un arma funcional implicaría un intento de homicidio; una inutilizada, apenas una amenaza.

 

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