La escena parecía salida de una pesadilla, pero ocurrió en la vida real: una mujer, golpeada y envuelta en llamas, forcejeaba para abrir una ventana y pedir auxilio. Su hija, de apenas 15 años, vio el humo salir de la casa en Villa Regina y corrió a buscar ayuda. En segundos, los vecinos y los bomberos llegaron. La víctima, con quemaduras y lesiones internas, sobrevivió. Su agresor, también herido, escapó pero fue detenido a pocas cuadras, con rastros del fuego en la piel.
Este martes, en una sala de audiencias de Villa Regina, se desarrolló la instancia de cesura del juicio que juzgó a ese hombre, acusado de un brutal intento de femicidio ocurrido en noviembre de 2023. El Ministerio Público Fiscal solicitó una pena única de 12 años y 6 meses de prisión. La sentencia se conocerá el 16 de mayo.
La historia detrás del expediente es tan grave como reiterada. La mujer había denunciado a su expareja por violencia de género y contaba con una orden judicial que le prohibía al agresor acercarse a ella. Pero esa medida no fue suficiente. El 21 de noviembre de 2023, alrededor de las 18:20, el hombre violó la perimetral e ingresó por la fuerza a la vivienda de calle Aluminé, en el barrio 25 de Mayo, donde habían convivido antes de la denuncia.
Una vez adentro, todo fue violencia. La golpeó con brutalidad hasta dejarla tendida en el suelo. Luego, roció con alcohol distintos objetos de la casa y comenzó el incendio. Según la acusación fiscal, la intención era clara: matarla.
La mujer, herida y en medio del fuego, logró abrir una ventana y gritar. Su hija fue la primera en reaccionar. Gracias a la intervención de los vecinos y los bomberos, pudo ser rescatada con vida y señalar a su atacante. La Policía montó un operativo y encontró al agresor poco después. Sus quemaduras eran graves.
Durante el juicio, el tribunal lo declaró penalmente responsable de los delitos de violación de domicilio, amenazas con armas, tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género, e incendio.
En la audiencia de hoy, el fiscal valoró como agravantes el contexto de violencia previa, la brutalidad del ataque y el daño ocasionado. También pidió que se unifique esta nueva pena con una condena anterior de 6 meses en suspenso, dictada en 2022, por lesiones leves y desobediencia. “Se trata de hechos directamente vinculados. Es una escalada de violencia contra la misma víctima. La pena condicional fue incumplida”, argumentó el fiscal.
Como único atenuante se consideró que el acusado sufrió quemaduras durante el ataque, por lo que en su momento debió ser internado antes de quedar detenido.
La defensa, por su parte, negó los cargos y aseguró que su cliente “es inocente”. “Voy a apelar y a pedir el sobreseimiento. No estoy de acuerdo con la acusación”, sostuvo la abogada del imputado, quien también se opuso a la prórroga de la prisión preventiva. Sin embargo, el tribunal resolvió mantenerlo detenido hasta que la sentencia quede firme.