La causa por el asesinato de Julián Dobra de la Canal, el joven de 32 años hallado muerto el 30 de abril en la zona de bardas norte de Roca, sigue avanzando con nuevos procedimientos y pericias clave. A medida que la investigación se profundiza, surgen elementos que podrían esclarecer el móvil del crimen y la participación de los detenidos, aunque habrían más personas involucradas que aún no pudieron ser detenidas.
A fines de la semana pasada, la fiscalía ordenó un nuevo allanamiento en busca de pruebas determinantes. Durante el operativo, se secuestró un teléfono celular y un DVR de cámaras de seguridad, dispositivos que serán analizados en detalle. El abogado Oscar Pineda, quien lleva adelante la querella que representada al padre de la víctima, Tomás Dobra, confía en que estos elementos puedan aportar información crucial. Sin embargo, la persona que intentaba detener no se encontraba en el lugar y permanece prófuga.
Uno de los hallazgos más inquietantes fue una campera dentro de un tanque de agua, con manchas que podrían ser de sangre. Este elemento será sometido a pericias para determinar si está vinculado con el crimen.
Otro avance significativo es el inicio de una pericia específica en el Suzuki Fun de Dobra, encontrado quemado en la zona del Parque Industrial II, tres días después del hallazgo del cuerpo. Los peritos aplican una técnica para detectar posibles manchas de sangre en los restos calcinados del automóvil, lo que podría aportar evidencia clave sobre el traslado de la víctima y el lugar del crimen.
Esperan por las pericias a los celulares
Los técnicos de la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones (OITEL) del Ministerio Público trabajan en la apertura del celular de la víctima, hallado en su bolsillo al momento de ser encontrado en la barda norte. También deberán analizar los dispositivos de los detenidos mayores de edad. Es que los dos menores, de 17 y 16 años, no entregaron ningún aparato porque aseguraron que no tenían teléfonos.
Uno de los datos más relevantes para la fiscalía es el patrón de llamadas de Walter Méndez, uno de los acusados. Según fuentes cercanas a la investigación, era un compañero habitual de Dobra, con quien consumía drogas casi a diario. En el listado de llamadas el número de Julián se repetía durante las semanas previas a su desaparición, pero el 17 de abril cesaron abruptamente. Pese a que nadie lo podía ubicar y el contacto permanente entre ellos, desde el día 18 no hubo más intentos de comunicarse.
Además, trascendió que desde el celular de Julián salió un mensaje que podría aportar información relevante sobre el móvil del crimen. Los investigadores esperan que el análisis de los dispositivos permita reconstruir los últimos movimientos de la víctima y su entorno.
Por el caso están detenidos con prisión preventiva Leandro Navarro, Walter Méndez y Julio César Salgado por el riesgo procesal, y dos adolescentes de 16 y 17 años, que permanecen resguardados en sus casas con tobilleras electrónicas. Navarro habría sido la llave para comenzar a develar el misterio sobre el crimend e Dobra, es que tiene un hermano detenido en la U5 de Roca. Precisamente Cristian Ríos, ex integrante de la banda del capo narco Javi Luna, habría recibido un mensaje de su hermano menor para que lo ayude, desde la cárcel a hacer desaparecer el cuerpo de Dobra.