Ni superhéroe ni acróbata urbano. Lo que parecía una silueta sigilosa deslizándose por los techos del centro de Cipolletti resultó ser un ladrón con pretensiones de escapista. La escena ocurrió en inmediaciones de Belgrano y Alem, donde los vecinos, hartos de tanto movimiento extraño sobre sus cabezas, no dudaron: llamaron a la policía.
Los efectivos de la Comisaría 32 llegaron rápido. Con la autorización de una vecina, ingresaron a su propiedad y comenzaron a revisar, linterna en mano, los rincones donde el sospechoso podría haberse ocultado. Lo encontraron intentando arrancar una bomba de agua, como si no supiera que ya lo estaban buscando. Lo redujeron sin demasiadas complicaciones y lo trasladaron a la sede policial como demorado.
La Fiscalía fue notificada y se pidió la intervención del Gabinete de Criminalística para los peritajes de rutina. El intento de robo se sumó a una lista que ya no sorprende a nadie en la ciudad.
Es que el método de los techos no es nuevo. En julio de 2023, los vecinos vivieron una verdadera seguidilla de golpes nocturnos ejecutados por un hombre que parecía moverse mejor sobre las chapas que en la vereda. Venía de Neuquén, se alojó en un hotel céntrico y desde allí operaba. Robó tres veces en el mismo local de calle Alem al 355, hasta que la dueña, cansada, le sacó una foto desde la ventana mientras él reptaba por las alturas. Esa imagen fue clave.
El ladrón fue identificado como Carlos Ovalle. La policía lo rastreó hasta Neuquén, donde finalmente lo detuvieron. Lo condenaron por cinco hechos, pero no fue preso: En un juicio abreviado, le dieron tres años en suspenso y una promesa de buen comportamiento.
La preocupación de los vecinos
Los hechos recientes reactivaron la alarma entre los vecinos del centro cipoleño, quienes vienen reclamando mayor vigilancia y patrullajes preventivos, sobre todo en horas de la madrugada. Las autoridades policiales recordaron la importancia de mantener medidas de seguridad reforzadas, como cerraduras, iluminación exterior y cámara.