Saúl Eduardo De Francesco, un jubilado de 79 años, fue encontrado muerto el domingo 21 de septiembre en un descampado cerca del kilómetro 121 de la ruta 9, en las afueras de Baradero. La Policía Bonaerense investiga que fue víctima de un secuestro que terminó en asesinato, perpetrado por una banda liderada por dos policías, tras un robo frustrado en Zárate.
El miércoles 17 de septiembre, a las 20 horas, De Francesco salió de su departamento ubicado en la calle Valentín Alsina al 1000 y desapareció. Según la investigación, el hombre conocía a sus captores, o al menos a dos de ellos. Las cámaras de seguridad y un testimonio clave fueron determinantes para esclarecer el caso.
Ese mismo día a las 16, una mujer se presentó en la casa del sobrino del jubilado, diciendo ser “hija de un excompañero de su tío, un exmilitar de la Armada de apellido Moreno”, y que buscaba a De Francesco para invitarlo a una fiesta sorpresa organizada para su padre. La mujer fue identificada como María Florencia Ludmila Valentini, sargento de la Policía Bonaerense en la comisaría de Campana, y nuera del supuesto homenajeado. El jubilado se negó a subir al auto y ella se retiró.
Junto a Valentini, su esposo Alejo Ezequiel Moreno, un expolicía exonerado y empleado del Centro de Operaciones de Zárate, están acusados de planear quedarse con el ahorro en dólares que De Francesco guardaba en su casa. Más tarde, a las 20, un vecino observó cómo obligaban al jubilado a subir a la fuerza a un auto gris en la esquina de Alsina y Andrade y llamó al 911, llamada clave para la investigación.
El intendente de Zárate, Marcelo Matzkin, explicó que “querían entrar a la casa después, pero no llegaron a hacerlo. Una vez que lo interceptan (a De Francesco), le sacan las llaves y se confunden de lugar. La idea era entrar por el dinero, pero todo les salió mal”. Así comenzó un secuestro que culminó en un homicidio, según la hipótesis oficial.
La pesquisa identificó dos vehículos implicados: un Volkswagen Trend blanco, registrado a nombre de Moreno, y un Ford Focus gris. La DDI de Zárate Campana realizó allanamientos el 19 de septiembre, deteniendo a Moreno y secuestrando su celular y auto. Valentini fue arrestada en su lugar de trabajo con su pistola reglamentaria, tres cargadores y su celular como pruebas.
Al día siguiente, la policía detuvo a un tercer implicado, Néstor Irvin Matencio, ciudadano peruano de 31 años, quien tenía celulares y una réplica de arma de fuego. Fue ubicado en el auto utilizado para el secuestro gracias a las cámaras de seguridad. El domingo 21, los rastrillajes confirmaron la muerte del jubilado, quien presentaba un disparo en la nuca y estaba boca abajo entre pastizales en la colectora de la ruta 9.
Matzkin calificó a los acusados como “unas lacras que terminan con la vida de una persona mayor” y manifestó su deseo de que “se pudran en la cárcel”. Ese mismo día también fue detenido Lucas Lemos, el cuarto sospechoso, cuando intentaba huir hacia Misiones.
El caso conmocionó a Zárate porque dos de los acusados formaban parte de las fuerzas de seguridad: Valentini, sargento en actividad, y Moreno, exmiembro de la Bonaerense y empleado municipal. Matzkin señaló que “no sabíamos que tenía antecedentes penales. Una versión dice que estaba exonerado, pero no sabemos por qué motivo y tampoco figuraba eso en su expediente al momento del ingreso a la Patrulla Urbana”.
Según la investigación, Valentini y Moreno planearon el engaño y contactaron a la víctima, Matencio apoyó en el traslado, y el cuarto acusado habría sido otro cómplice. La UFI N°7 de Zárate, a cargo del fiscal Juan Manuel Esperante, recaratuló la causa como “privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio”, con intervención de la jueza Graciela Adriana Cione del Juzgado N°1 de Zárate-Campana.
Con los cuatro detenidos a disposición de la Justicia, las pesquisas continúan para determinar las responsabilidades y el grado de participación de cada implicado en este caso que sacudió a la comunidad local.