Montaron una agencia de viajes llamada Live Up Trips con la que engañaron a decenas de personas, pero cuatro clientes decidieron llevar a los hermanos Liliana y Sergio Silva a la Justicia. Les prometieron recorridos por ciudades europeas y cursos de inglés en Edimburgo, pero lo único real fueron los miles de dólares y libras que las víctimas perdieron antes de quedar varadas en el Viejo Continente.
Según la investigación fiscal, los imputados montaron una verdadera fachada: detrás de la pantalla de la “agencia” aparecían folletos, itinerarios de lujo y hasta formularios con membretes de empresas extranjeras. En los papeles, todo lucía profesional. En la práctica, nada existía.
Uno de los hermanos hacía de cobrador: recibía pagos en efectivo, transferencias y depósitos online. La otra persona, la profesora de inglés, se encargaba de seducir a los clientes con la venta de programas de estudio y turismo internacional. Los viajes, claro, nunca se cumplieron en las condiciones prometidas.
La primera víctima fue una familia de Villa Regina que desembolsó la increíble suma de 44.460 dólares para recorrer Europa. En destino descubrieron que no tenían ni pasajes de regreso ni reservas confirmadas.
A otra persona le arrancaron 5.500 libras esterlinas con un itinerario similar, que terminó en la misma pesadilla.
La historia se repite con dos mujeres: una de ellas había contratado un curso de inglés en Edimburgo y recorridos por París, Londres y Nápoles. Pagó 1.500 dólares y 4.800 libras, pero en Europa se topó con la estafa. La cuarta víctima entregó 6.000 libras entre septiembre de 2023 y abril de 2024 y también quedó abandonada en el extranjero, debiendo costear de su bolsillo la vuelta.
El fiscal jefe presentó un paquete de pruebas demoledoras: desde comprobantes de pago y chats por WhatsApp hasta un acta notarial confeccionada en Escocia donde se reconocían deudas millonarias. Incluso se sumaron informes de la AFIP y el Banco Central, que revelaron movimientos sospechosos en cuentas vinculadas a los acusados.
Durante la audiencia, la jueza de Garantías dio por formulados los cargos y ordenó medidas cautelares duras: prohibición de salir del país, presentación semanal en comisaría y una caución real de 70 mil dólares, además de la prohibición de contacto con las víctimas.
El golpe fue tan grande que todavía se cuentan las pérdidas. Lo que iba a ser la experiencia soñada de recorrer Europa, terminó en una verdadera pesadilla para los viajeros engañados.