El barrio 10 de Febrero de Cipolletti se llenó de policías. Es que un grupo de vecinos advirtió movimientos sospechosos en un terreno reservado como espacio verde. Finalmente, luego de horas de negociación, el intento de usurpación fue desactivado.
Al llegar, la Policía constató que cuatro personas, dos jóvenes de 22 y 19 años, un adolescente de 17 y su madre de 32, ya habían empezado a delimitar el terreno con materiales precarios, y aseguraban que no se iban a retirar.
El procedimiento estuvo a cargo del personal de la Comisaría 45° y se prolongó por más de tres horas. Según se informó, los efectivos identificaron a los ocupantes y abrieron un diálogo para frenar la maniobra.
La presencia de un menor obligó a extremar precauciones y a resguardar sus derechos, lo que marcó el tono de la intervención.
Los ocupantes fueron advertidos sobre las implicancias legales de avanzar con la toma y, finalmente, decidieron retirarse de manera voluntaria. Pasadas las 19:30, el sector volvió a quedar despejado y bajo monitoreo preventivo.