Un borracho desató el caos en Centenario
La noche del lunes se transformó en un infierno en el Casco Viejo de Centenario. Un joven de 20 años, completamente alcoholizado, manejaba un Chevrolet Prisma gris a toda velocidad con dos compañeros de trabajo a bordo. El desenlace fue brutal: perdió el control y terminó incrustado en un poste de alumbrado público, dejando el vehículo convertido en un amasijo de hierros.
La polvareda que anticipó la tragedia
Testigos del siniestro contaron al medio local Centenario Digital, que el rodado circulaba a gran velocidad y que, de un momento a otro, una polvareda cubrió la calle antes del estruendo final. El impacto fue tan violento que pensaron que había ciclistas involucrados, aunque luego se confirmó que las bicicletas halladas eran de los propios ocupantes del auto.
El poste evitó una tragedia mayor
Desde un instituto de inglés ubicado justo frente al lugar del choque expresaron su preocupación. Señalaron que hace años piden reductores de velocidad y sendas peatonales, ya que en la zona suelen esperar padres y circulan alumnos. Advirtieron que, de no ser por el poste de luz que frenó el auto, el vehículo habría terminado dentro del edificio.
Con un “ruedín” en la ruta y borracho
Cuando las autoridades inspeccionaron el vehículo, se encontraron con un detalle indignante: la rueda trasera derecha era de auxilio, del tipo “ruedín”, diseñada solo para circular a menos de 80 km/h en asfalto y menos de 60 en tierra. El joven no solo manejaba borracho, ya que, según constató la policía, tenía 0,86 gramos de alcohol en sangre, sino que además se lanzó a toda velocidad con un neumático que no estaba en condiciones para semejante imprudencia.
Rescate dramático y traslado a Neuquén
El conductor quedó atrapado entre los hierros y debió ser rescatado por Bomberos Voluntarios. Luego fue trasladado de urgencia al hospital Castro Rendón de Neuquén por graves lesiones en sus piernas. Sus acompañantes, de 21 y 28 años, fueron atendidos en Centenario y, milagrosamente, resultaron fuera de peligro.
Indignación por la imprudencia
El nuevo episodio de inconsciencia detrás del volante volvió a encender la bronca de la comunidad. Un joven alcoholizado, con un neumático de auxilio y a toda velocidad, puso en riesgo su vida, la de sus compañeros y la de cualquiera que pudiera cruzarse en su camino. Una vez más, el volante se convirtió en un arma en manos de un irresponsable.