La fiscal Gabriela Macaya pidió que un hombre sea hallado responsable por golpear salvajemente, abusar y encerrar a su expareja. Los hechos ocurrieron en Plaza Huincul entre febrero y marzo de 2024.
La representante del Ministerio Público Fiscal requirió que el caso sea analizado con perspectiva de género y afirmó que se dan todos los tipos de violencias que prevé la Ley 26485. En su alegato manifestó que “estamos ante una víctima con vulnerabilidad extrema, con dependencia emocional, incapaz de protegerse a sí misma y registrar la situación en la que está inmersa”.
Los delitos que Macaya le atribuyó al acusado son privación de la libertad y abuso sexual con acceso carnal, en concurso real con coacción agravada por el uso de arma de fuego, amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, todo en calidad de autor.
El tribunal integrado por los jueces Diego Chavarría Ruíz y Richard Trincheri y la jueza Liliana Deiub dará a conocer el veredicto el próximo 5 de marzo.
Cómo ocurrieron los ataques en Plaza Huincul
El hecho fue cometido el 23 de febrero de 2024 a las 14:00 cuando la víctima salía de su vivienda, ubicada en un barrio de Plaza Huincul. En esas circunstancias, el imputado interceptó a la mujer, que es su expareja, la obligó a subirse en el vehículo que manejaba, le apuntó con un arma de fuego y la llevó hasta su domicilio. Una vez en el interior de la vivienda, el imputado la golpeó en varias partes del cuerpo, la pateó, la llevó de los pelos hasta el baño y la metió debajo de la ducha con agua fría. Luego, la llevó hasta su dormitorio, donde la abusó sexualmente.
El hombre mantuvo a la mujer encerrada en su domicilio durante tres días, hasta el 26 de febrero no sólo la privó de su libertad, sino que además le quitó el teléfono para asegurarse de que no pudiera pedir ayuda.
También, la fiscal del caso le atribuyó al imputado que el 21 de marzo de 2024 a las 20, abordó a la mujer cuando salía de su domicilio, le apuntó con un arma de fuego, le quitó a su hija y la obligó a subirse al vehículo que él conducía. Luego mientras iban circulando ella intentó bajarse, pero el imputado la tomó de los pelos, la golpeó en la cabeza con el arma y la amenazó con prenderla fuego. Finalmente, la mujer logró saltar del vehículo y fue hasta un destacamento policial, donde recibió ayuda.
En el juicio, la fiscal Macaya explicó que fue a partir del segundo hecho, que la víctima pudo denunciar el hecho anterior.