"¡Por favor, no me lastimen! ¡Saquen a los perros!". Fueron los gritos que escucharon los vecinos de la Cuenca XV antes de dar aviso a la policía. Allí, en una de las casas del barrio un joven menor de edad era secuestrado y torturado por un grupo de jóvenes. Luego de golpearlo y maniatarlo lo encerraron en un canil donde soltaron cuatro perros dogos que incitaron a atacar. Hoy, meses después, los responsables fueron condenados a tres años de cárcel.
Todo sucedió el pasado 8 de abril entre las 20.30 y las 22 cuando el joven se dirigió al domicilio de Alfredo Marcos Obreque a comprar drogas. Al llegar se encontró con su dealer que lo invitó a pasar y tomar algunas cervezas junto a sus amigos. Allí, en un clima de tensión, la victima amagó con irse varias veces hasta que, en el momento de solicitar que le abran la puerta fue golpeado y amenazado con un arma de fuego.
Ya tirado en el suelo, con sus manos cubriendo su rostro y en posición fetal para evitar los golpes, tanto el dealer como sus amigos (también menores de edad) hostigaron a la víctima con palos y patadas. Allí, luego de burlarse de el lo arrastraron mientras el joven intentaba desprenderse sin éxito.
Humillado, puesto en condición animal y golpeado con palos, fue encerrado en un canil. Lo ataron de las muñecas a los bordes del canil y liberaron cuatro perros dogos que, según la justicia "fueron incitados para que lo atacaran". “Con la utilización de perros dogos está demostrando un desprecio total hacia la víctima, ya que no solo son utilizados para lesionarlo en el cuerpo, sino que esa tarea se encomienda a otro, no se tomó la molestia de ir y causar las lesiones; hay una entrega y una perversión respecto a los canes, que se encontraban en mal estado; un factor importante para preponderar la pena”, explicó la fiscalía.
Para suerte del joven sus gritos fueron escuchados por los vecinos que dieron aviso a la policía que irrumpió en el domicilio en pleno acto. Al momento de ingresar, los oficiales no podían creer con lo que se encontraron y dispusieron del arresto inmediato de los acusados y la posterior liberación de la víctima.
Ahora, la fiscalía resolvió establecer una pena de 3 años y 6 meses de prisión efectiva por lesiones leves, amenazas agravadaspor el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia, en carácter de coautor y en concurso real.