El próximo domingo 30 de marzo vence el lapso de prisión preventiva que recaía sobre Federico Costich, el hombre de la comunidad gitana que se hizo conocido por rociarle fuego en la cara a su hija y matar a su hijo en un incendio premeditado en el bajo neuquino. Ahora la Justicia extenderá la cárcel considerando que existe riesgo de escape por parte del acusado.
La medida fue tomada en una audiencia que tuvo lugar el pasado jueves 27 de marzo donde la Justicia determinó esta medida para evitar que el acusado no cumpla con los cargos que tiene en su contra. "La prisión preventiva estuvo respaldada por el riesgo de fuga o no sometimiento, teniendo en cuenta que se fugó en distintas circunstancias", explicó la fiscal del caso Lucrecia Sola.
Por lo pronto no caben dudas de la responsabilidad del hombre que ya admitió sus crímenes bajo el efecto de la cocaína, la pasta base y el alcohol en un hecho de extrema brutalidad y crueldad. Ahora solo resta determinar cuál será la condena que deberá cumplir el hombre una vez que se terminen de recabar las pruebas necesarias para imputarle.
Cabe aclarar que en ambos de los casos por lo que se lo juzga tiene agravantes por tratarse de un hecho de violencia de género agravado por el vinculo y tiene un mínimo de 8 años y un máximo de 26. Desde la defensa de las víctimas y la Justicia creen que la pena alcanzará las dos cifras y será como mínimo de 15 años. Por otra parte, Sola aseguró que es necesario resguardar a las victimas de Costich y que no hay mejor forma de hacerlo que encerrando al asesino.
Los hechos por los que se lo acusa sucedieron el pasado 24 de marzo de 2024 cuando Costich llegó borracho y drogado-su estado habitual- a la casa donde convivía con dos jóvenes. Allí, tras una pelea por su estado deplorable, agarró un insecticida y un encendedor y quemó a la joven mientras que encerró al joven de 19 años en una habitación y prendió fuego la casa.