La Meseta de Somuncurá volvió a ser escenario de una escena brutal: encontraron 12 guanacos muertos por caza furtiva dentro del Área Natural Protegida, uno de los territorios ambientales más grandes del país. El hallazgo, registrado en la zona de Laguna Azul, encendió todas las alarmas y obligó al Gobierno de Río Negro a desplegar un operativo urgente para frenar la matanza ilegal.
A partir de este episodio, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático reforzó los controles en accesos y rutas principales de la reserva, trabajando en conjunto con la Policía Rural, la Subsecretaría de Fauna Silvestre y la Fundación Somuncurá. La prioridad es clara: evitar que la caza furtiva siga avanzando sobre una fauna que debería estar protegida por ley.
El caso dejó al descubierto una realidad preocupante. Según datos del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, antes de este hecho había entre dos y cinco guardafaunas para custodiar todo el territorio provincial, una extensión gigantesca donde la ausencia de control se traduce en zonas liberadas. “Un territorio sin guardafaunas es tierra fértil para este tipo de atrocidades”, advirtieron desde We Are Wildlife Global, tras conocerse la masacre.
En respuesta, las autoridades anunciaron el fortalecimiento del cuerpo de Guardas Ambientales, con la designación de un coordinador regional, más movilidad, mejores comunicaciones y una mayor presencia operativa en el terreno. El objetivo es cortar de raíz estas prácticas ilegales que no solo destruyen especies protegidas, sino que también ponen en riesgo el equilibrio ambiental de toda la región.
La caza furtiva está prohibida y penada por la Ley Provincial 5.796 y la Ley Nacional 22.421, pero el hallazgo de los 12 guanacos muertos vuelve a exponer que, sin controles efectivos, las normas quedan en letra muerta. La Meseta de Somuncurá, con sus 3,5 millones de hectáreas, es patrimonio natural de Río Negro y del país, y lo ocurrido marca un antes y un después en la necesidad de protegerla de quienes avanzan a tiros contra la fauna silvestre.