Una mochila, una bolsa con cogollos y un control caminero que terminó en un nuevo éxito de Máximo el perro antinarcoticos de la Policía de Río Negro. La droga estaba en el interior de un auto que pasaba por el control caminero de Roca, sobre la ruta 22.
Todo pasó cerca de las 10 de la mañana, en uno de los tramos más transitados del Alto Valle. Allí, en medio de controles de rutina y mientras los vehículos avanzaban a paso lento, un Ford Ka fue detenido para una verificación más. Viajaban dos personas adultas, una mujer de casi 70 años y un hombre de poco más de 40. A simple vista, nada fuera de lo común.
Sin embargo, la escena cambió cuando Máximo hizo su trabajo. El perro recorrió el vehículo y, en cuestión de segundos, marcó la presencia de droga.
A partir de ese momento, el paso por el control caminero se volvió una espera tensa. Con la intervención de la Justicia Federal y tras recibir la orden correspondiente, los agentes revisaron el interior del vehículo. Fue entonces cuando apareció la mochila. Dentro, una bolsa con cogollos de marihuana, prolijamente guardada, pero imposible de ocultar para un perro entrenado.
El hallazgo sorprendió incluso por el perfil de quienes viajaban. Lejos de una escena típica de narcomenudeo, se trataba de personas mayores, circulando en plena mañana por una ruta nacional.
Las actuaciones se iniciaron de inmediato por infracción a la Ley 23.737 y el material quedó a disposición de la Justicia. No hubo detenciones, pero ambos ocupantes del Ford Ka quedaron vinculados a una causa federal que ahora deberá determinar el alcance del hecho.