RUTAS TRÁGICAS
Un choque le cortó su carrera de modelo y la indemnizarán
La joven neuquina quedó atrapada en el interior de un auto destruido por el impacto contra un camión.
En febrero, se cumplirán 12 años del trágico accidente de un grupo de jóvenes neuquinos que iban a pasar unos días de verano en Las Grutas, cuando fueron embestidos por un camión cerca de Chimpay. Finalmente, luego de tan larga espera, una sobreviviente de ese choque deberá ser indemnizada por las graves secuelas físicas, estéticas y psicológicas, que frustraron su incipiente carrera de modelo.
El hecho se produjo durante la tarde del 5 de febrero de 2009, a unos seis kilómetros de Chimpay por Ruta 22, cuando un choque entre dos camiones derivó en que uno de ellos impactara de lleno contra un Fiat 147, en el que viajaban los jóvenes neuquinos. En el acto murió la conductora del vehículo y una pequeña de 3 años. En tanto que otro joven resultó herido y una neuquina de 20 años sobrevivió de milagro. Gravemente herida pasó horas atrapada junto a los cuerpos sin vida de su amiga y la pequeña.
Un fallo del Juzgado Civil N°31 de Choele Choel condenó al chofer del camión, a la empresa de transportes para la cual trabajaba y a su aseguradora a indemnizarla con más de 2,4 millones de pesos, tras considerar acreditado que el camionero “actuó de forma imprudente, violando el deber de cuidado que se debe al conducir un rodado de las características del involucrado en el hecho”. La responsabilidad civil alcanzó a la empresa Vial Agro S.A, por ser la titular del camión, y a la compañía de seguros La Segunda, que solamente pagará el límite de la póliza contratada por la empresa.
La jueza Natalia Costanzo valoró una pericia accidentológica para responsabilizar al chofer por el choque. Se comprobó que el Fiat 147 de las víctimas iba detrás de un camión cisterna desde Neuquén hacia Las Grutas. El camión Mercedes Benz con semiremolque playo circulaba en sentido opuesto y sorpresivamente invadió el carril contrario, impactó primero contra el camión cisterna y luego, en un efecto tijera, contra el pequeño auto que iba atrás.
La joven, que en ese momento tenía 20 años, quedó con una incapacidad física permanente del 18% derivada de traumatismos de cráneo y rostro, cicatrices y una limitación funcional irreversible del brazo derecho a raíz de una fractura expuesta. Para la jueza, esas lesiones “repercuten desde la fecha del hecho, y lo harán a futuro, en todas las áreas de la vida, incluida la faz laboral” configurando “lo que en derecho se conoce como 'Pérdida de Chance'”.
Una pericia psicológica, por otra parte, confirmó un diagnóstico de “trastorno por estrés postraumático” de carácter crónico, que se refleja en una incapacidad del 15 por ciento.
En cuanto al daño moral, “son insuficientes las menciones que pueden hacerse, cuando se pretende tratar de volcar en palabras la extensión del sufrimiento ante semejante situación de la vida, de la cual es una sobreviviente”, valoró la jueza. Fijó así una indemnización por el “profundo sufrimiento mientras esperaba la llegada de auxilio, que se prolongó por horas, no sólo por las heridas físicas sufridas sino también por el terrible cuadro que la rodeaba”.
La sentencia sobrevino luego de finalizar otros juicios previos -del fuero penal y civil- relacionados con el mismo hecho y con las restantes víctimas. El fallo de primera instancia aún no esta firme y los condenados pueden apelar.
