Hay ocasiones en que la batalla contra los cultores del vandalismo y los mugrientos empedernidos, parece perdida; y, lamentablemente, esta es una de ellas: además de tapizar con desperdicios sectores de un espacio público de la ciudad de Neuquén, se robaron el cartel de prohibido arrojar basura. Una locura.
La mala nueva la contó -en realidad, la lamentó- el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert, quien durante los trabajos de limpieza encontró literalmente de todo: desde neumáticos y restos de un lavarropas y de un televisor, hasta un colchón, materiales de construcción, productos de diversas podas y una mascota muerta.
Eso ocurrió a orillas del Río Neuquén, rumbo a la Confluencia, una zona en la que la municipalidad viene trabajando para jerarquizarla y convertirla en un pintoresco paseo público. Pero los roñosos no dan tregua.
Tal es así que los operarios sacaron algunas bolsas del río e infinidad de desperdicios de la vera de los senderos. Haspert explicó que trabajaron sobre una franja de tierra “pegada al río Neuquén, de 700 u 800 metros desde calle Figueroa a calle Chocón”. También dijo que “la segunda etapa va a ir de Chocón hacia la Confluencia, en la zona de la cancha del Club Independiente”.
“Encontramos lamentablemente cantidad de basurales, incluso en lugares donde no se puede acceder con las máquinas debido a la presencia de agua”, señaló el funcionario e hizo ver que hay quienes prefieren arrojar las bolsas de residuos ahí, en lugar de dejarlas en los canastos para que se las lleve el camión recolector. Una lástima.