La familia Trappa ya no es tan amiga del gobierno rionegrino

La empresa KoKo, perteneciente al importante grupo Vía Bariloche de la familia Trappa, publicó el pasado martes una nueva lista de precio con un aumento del 30% en el costo de los pasajes para quienes viajan dentro del Alto Valle de Río Negro. Pero rápidamente desde el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia intimaron a la empresa a que abstenga de hacerlo, porque no fue autorizado por el gobierno provincial.

Los antecedentes de buena relación del gobierno rionegrino con la familia Trappa tienen muchos años. Entre los acuerdos más trascedentes y cuestionados fue la renovación anticipada del contrato de concesión del cerro Catedral a la empresa Catedral Alta Patagonia, propiedad del mismo grupo empresario. En 2020, aún con un contrato vigente, el gobierno de Alberto Weretilneck extendió ese vínculo, por contratación directa y sin llamado a licitación, hasta 2056, a cambio de varias inversiones que la empresa debe ejecutar.

El cerro Catedral es el complejo invernal más importante de sudamérica, con una rentabilidad importantísima, sobre todo luego de la pandemia, periodo en el que Bariloche se transformó en uno de los destinos más elegidos por el turismo nacional (este verano quedó tercero detrás de Mar del Plata y el Partido de la Costa), además del lugar elegido por los visitantes extranjeros, brasileños y chilenos, a quienes les conviene vacacionar en Argentina por el tipo de cambio a favor.

Pero el negocio de la nieve no es el único que le favoreció el gobierno rionegrino al grupo Vía Bariloche y sus empresas satélites. Es que durante los ocho años de gobernación de Weretilneck, Servicios Aéreos Patagónicos S.A. (SAPSA) fue la encargada de trasladar al mandatario y la gran mayoría de esos viajes fueron contratados de manera directa y sin licitación previa. Esto se terminó desde que la gobernadora Arabela Carreras compró un avión para la provincia, con sobreprecio incluido pero cortó el vínculo con los Trappa.

La familia dedicada al transporte también logró obtener réditos con el Plan Calor, el programa con el que el gobierno de la provincia asiste a los pobladores de la Línea Sur, que ante la imposibilidad de contar con servicio de gas natural, les entrega leña durante todo el invierno. Precisamente los Trappa desmontaban parte del Catedral y ese material era el que vendía y llegaba a los más necesitados.

Pero el problema ahora surgió con el transporte público interurbano entre Chichinales y Cipolletti, que opera KoKo con la supervisión del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia. Pese a las constantes quejas de los usuarios, la empresa que los Trappa le compraron a los Koprio de Allen, mantiene las líneas sin competencia y es la que salió altamente beneficiada al salir de servicio el Tren del Valle. Y a través de sus importantes contactos nacionales, presiona para que el tren no recorra las vías del Alto Valle con pasajeros. También operan el servicio entre las localidades del Valle Medio, pero con muchas menos frecuencias.

Un antecedentes llamativo con respecto a este grupo empresarial, ocurrió durante los primeros meses de pandemia y cuando regía la parte más dura del aislamiento. En la sede de Vía Bariloche, al sur de la ruta 22 en Cipolletti, la Policía detectó que estaba presto a salir un colectivo cargado de personas sin autorización que debían volver al norte del país. Minutos antes, habían llegado dentro del semi de un camión de Vía Cargo (la empresa de encomiendas) desde General Acha, donde desarrollaron tareas de desmonte en un campo de los Trappa. Para la Justicia de Río Negro no hubo ningún delito ni se avanzó en una investigación preliminar, como si lo hizo en el Juzgado Federal de Santa Rosa y en la justicia de La Pampa.

Pese a todos los beneficios que tuvo el grupo empresario en Río Negro, la negativa al aumento del 30% no cayó bien y desde KoKo mantienen la postura de aplicarlo desde mañana en todos los servicios que salgan y lleguen dentro del territorio rionegrino. 

Es más, informaciones periodísticas publicadas por allegados a la empresa, sostienen que no habrá marcha atrás e incluso amenazan con dejar la concesión de las líneas si no se aprueba el incremento ya anunciado. Hace menos de un mes se autorizó un aumento que sólo se aplicó en los servicios interprovinciales, que son los que están bajo la órbita del estado nacional.

KoKo no sólo con cortar el servicio de transporte para miles de usuarios que deben viajar de una a otra ciudad del Alto Valle para trabajar o estudiar. En caso de dejar la concesión, pone en riesgo la fuente laboral de cientos de trabajadores.