Cómo es el trabajo de “Oreo”, el perro del Poder Judicial

Este martes por la mañana se presentó en el Poder Judicial de Neuquén a "Oreo", el primer perro asistente que ayudará a los niños, niñas y adolescentes a declarar en Cámara Gesell. Generar cariño, empatía y relajar a las víctimas de violencia es la tarea de este animal, en los minutos previos a que los testigos compartan su testimonio con un psicólogo.

"La idea es educar perros que puedan descubrir cual es la emoción que está teniendo el chico en ese momento, y en función de ese poder adaptarse y actuar", señaló la Asesora General Tutelar Adjunta de Niñas, Niños y Adolescentes, Dra. Laura Grindetti en diálogo con AM550. 

La iniciativa de incorporar un perro de asistencia judicial inició luego de que desde el Ministerio Público Tutelar notaran el estado de tristeza, nerviosismo y estrés que transitaban los menores de edad al momento de ingresar a la Cámara Gesell. Por ello, pensaron en el entrenamiento de estos animales que ya habían tenido experiencias en países como España y Estados Unidos y que habían dado resultados óptimos. A nivel nacional, "los resultados han sido asombrosos" explicó Grindetti. Desde 2019 estos simpáticos Australian Labradoodle han tenido más de 800 intervenciones con los chicos. 

Para su preparación "Oreo" fue tutelado por "Titán" y "Brownie", otros perros de asistencia terapéutica, que pertenecen al igual que él a un criadero de Pilar, Buenos Aires. Sobre su tarea y preparación Grindetti mencionó que los animales "ayudan a generar un buen vínculo con la psicóloga que va a tomar la entrevista" y "facilitar la declaración de situaciones traumáticas hacia una persona que el niño conoce hace apenas unos minutos". También, los esperan afuera de la sala, cuando terminan de dar su testimonio. 

La decisión que los perros estén en la etapa anterior y posterior a la declaración se debe a que "no es recomendable que estén en la sala, porque pueden ser un factor de distracción", explicó la funcionaria. Pero, sin embargo, ha habido casos en los que estuvieron presentes en Cámara Gesell para ayudar a los testificantes. Sobre esto, Grindetti compartió una conmovedora experiencia: 

"Hubo un caso de una nena que entró a declarar nerviosa y lloraba, hasta que le preguntaron si quería contarle a Titán lo que había pasado. Ella aceptó y le contó a la oreja solo a él, como si fuera secreto",  narró, mientras ellos escuchaban por micrófono la situación traumática que la niña contaba.