Llevar un auto a un taller desconocido constituye todo un desafío, máxime en estos tiempos de vacas flacas e inflación galopante; y, por supuesto, genera dudas y temores. Temores que se tornaron en estresantes penurias para una rionegrina a la que el mecánico le retuvo seis meses el auto y se lo entregó peor que antes.
En el expediente consta que la mujer (de Viedma) llevó su Clío Diesel a un taller de Patagones, para que le solucionaran unas fallas en el turbo y los inyectores. En eso estaban cuando, de repente, el vago dejó de contestarle los mensajes de texto y después le devolvió el auto en las mismas condiciones en que lo había llevado.
La mujer reclamó y el mecánico lo trasladó a otro taller, pero al parecer su colega no era precisamente un experto. Al punto que lo devolvió peor que antes. Indignada porque además había sacado un préstamo para pagar el arreglo (le había dicho que demandaría 30 días), la mujer lo denunció en el Juzgado de Paz de Viedma.
En la audiencia, el mecánico ofreció llevar el auto a un taller de Bahía Blanca, a su costo. Luego, informó que “fue escaneado electrónicamente con equipos de última generación” y que “habían detectado que la bomba de inyección tiene una pequeña falla por su antigüedad y desgaste”.
Argumentó que los defectos encontrados surgieron después y que “son propios del desgaste”; es decir, que “no han sido objeto del contrato de reparación primario”. La Justicia no le creyó y lo condenó a pagarle poco más de 400 mil pesos a la propietaria del vehículo.