La alerta que semanas atrás generó humo en el yacimiento de carbón de El Bolsón quedó atrás. Según el relevamiento del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), encargado por la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, no se registra fuego activo en la zona. Las mediciones y análisis realizados confirmaron que el terreno volvió a la normalidad, y el miedo que se había instalado entre los vecinos comienza a disiparse.
El informe técnico detalla que se midieron temperaturas de suelos y rocas, se hicieron análisis gaseosos y se tomaron muestras de materiales. Los resultados fueron claros: alrededor de 10 °C en superficie, sin humo ni olor a azufre, y sin riesgo de propagación hacia áreas cercanas. En otras palabras, el corazón del bosque no tiene fuego en sus venas y la amenaza quedó controlada.
Judith Jiménez, secretaria de Ambiente y Cambio Climático, resaltó la importancia del estudio: “Este relevamiento nos da tranquilidad, pero también nos compromete a mantener un monitoreo constante en la cuenca de Ñirihuau, porque el carbón es un material que puede reactivarse bajo ciertas condiciones”. Su mensaje apuntó a la prevención sin generar alarma innecesaria.
La Secretaría trabaja junto a institutos del CONICET en la restauración de áreas degradadas, el control de la erosión y la elaboración de mapas de riesgo. Estas acciones buscan anticipar escenarios vinculados al cambio climático y fortalecer la seguridad ambiental en territorios con características geológicas sensibles.
Con la colaboración de organismos nacionales, la provincia consolida un esquema de trabajo basado en ciencia, prevención y cuidado del patrimonio natural. Hoy, con el fuego apagado, la comunidad puede respirar un poco más tranquila.