A las siete de la mañana, el aire frío del Alto Neuquén corta la respiración. Pero Martín Gómez no se detiene. En la soledad del camino que une Tricao Malal con Chos Malal, cada zancada tiene un propósito: concientizar sobre las adicciones que afectan a tantos jóvenes de su tierra.
“Voy por ese objetivo, por los chicos que cayeron en la droga, por los que todavía pueden elegir otro camino”, dice Martín en diálogo con 24/7 Canal de Noticias, que se preparó durante meses para esta travesía de más de 50 kilómetros. Su desafío no es solo físico: es también una apuesta por la esperanza.
Lo recibió en Tricao Malal el intendente Jorge Gutiérrez, junto a representantes del área de Deportes de Chos Malal. Desde allí partió este jueves rumbo a su ciudad, poniendo el cuerpo y el corazón en una causa que, asegura, “no puede esperar más”.
“He estado con muchos pibes que perdieron a su familia, que se quedaron solos por la droga. A algunos los vi caer, y a otros los pude ayudar. Por eso hago esto, para mostrar que el deporte te puede salvar”, cuenta.
Su proyecto se llama “Cumpliendo sueños”, pero detrás del nombre hay una historia que se escribe en movimiento. Martín no busca récords ni aplausos: busca impactar en otros jóvenes que, como él, alguna vez sintieron el riesgo de perderse en caminos equivocados.
“Quiero que vean que hay otra salida. Que el fútbol, correr, cualquier deporte, te puede cambiar la vida”, afirma. Y lo dice con la convicción de quien vio el dolor de cerca.
El camino que eligió no es fácil: la travesía cordillerana, con su paisaje imponente y sus pendientes interminables, refleja también las subidas y bajadas emocionales que atraviesan las personas con consumo problemático. Pero Martín no está solo: lo acompaña un grupo de vecinos, deportistas y referentes institucionales que siguen su recorrido y comparten su mensaje.
“Cuando un joven habla con otro joven, se entiende distinto —reflexiona—. Yo trato de escucharlos, de estar ahí, de mostrarles que se puede volver a compartir la mesa con la familia, volver a tener paz. La vida te da segundas oportunidades si te las proponés”.
Martín planea llegar a Chos Malal, donde lo espera la comunidad con abrazos y aplausos. No hay premios ni podios, pero sí una meta simbólica: la de abrir un diálogo en tiempos donde el consumo y la violencia golpean fuerte.
“Hay chicos que se pelean, que se hacen daño porque están metidos en eso. No quiero ver más eso. Por eso corro”, dice, y mira el horizonte, donde la ruta se pierde entre montañas.
Su mensaje es claro y simple, pero profundo: “El deporte te da millones de cosas. Te devuelve lo que la droga te quita: la familia, los amigos, las ganas de vivir”.
Mientras el sol empieza a asomar sobre los cerros, Martín Gómez corre con una certeza que lo impulsa más allá del cansancio. Corre por los que no pudieron y por los que todavía pueden elegir. Corre para demostrar que concientizar también puede hacerse con los pies, el alma y el corazón.
La entrevista completa: