Hasta hace unos años se miraba de reojo cuando alguien se disfrazaba para la noche de brujas. La televisión y el cine mostraban una tradición que parecía lejana y meramente comercial. Pero tal como pasó con la celebración de San Valentín, con los años, ese prejuicio se fue rompiendo y la fiesta se adaptó a las características de la sociedad neuquina.
El 31 de octubre se celebra Halloween y, en la previa de ese día, los cotillones de la región tienen una oportunidad especial para aumentar sus ventas. “Esta semana a la mañana tenemos bastante movimiento, pero a partir de las tres de la tarde y hasta la noche se vuelve muy fluido el movimiento de gente” destacó Alejandra Barucco en diálogo con el móvil de Noticiero Central en el Canal 24/7.
Familias, empresas, peloteros infantiles y boliches compraron todo para decorar los salones. Con la apertura de las importaciones, resaltó que ahora hay más posibilidades para la ornamentación, con algunos productos animatrónicos con sonido, movimiento y luz.
“Si bien es una celebración que viene de afuera, la gente se prende cada vez más, les gusta la idea de que los chicos puedan disfrazarse, pasar un momento distinto y relajarse un poco antes del cierre de año, que siempre viene con muchas obligaciones” comentó la comerciante.
El presupuesto varía según el empeño que se le ponga al atuendo. “Algunos eligen accesorios o sets básicos, que rondan los nueve mil pesos, y traen una capita, un cuchillito y una careta, otros optan por algo más elaborado, con tul, lurex, cintas o gorros, que pueden rondar los cincuenta mil pesos” detalló Barucco.