La diabetóloga Yanina Schmunck advirtió que cada vez se detectan más casos de diabetes en la infancia, tanto del tipo 1 —que requiere insulina de por vida— como del tipo 2, que antes aparecía solo en adultos. En diálogo con La Primera Mañana que se emite por AM550 remarcó que los síntomas suelen pasar desapercibidos durante años porque se trata de una enfermedad “silenciosa”.
Sobre la diabetes tipo 1, explicó que es una enfermedad autoinmune que se manifiesta con frecuencia entre los 2 y los 12 años. “No tiene relación con la alimentación ni con el sedentarismo. Es autoinmune y no hereditaria”, precisó. En la mayoría de los casos, se descubre cuando el niño llega a una guardia con una descompensación grave y se comprueba que el páncreas ya no produce la insulina necesaria. El tratamiento es insulinodependiente de por vida.
En cambio, la diabetes tipo 2 está estrechamente ligada al estilo de vida: sedentarismo, mala alimentación, consumo habitual de ultraprocesados, alteraciones del sueño y largas horas sin comer. “Hoy vemos chicos muy jóvenes con diabetes tipo 2, algo que antes aparecía recién después de los 40 años”, advirtió Schmunck. Esta forma sí puede prevenirse y, detectada a tiempo, incluso revertirse con cambios de hábitos.
Hábitos saludables
La especialista recordó que muchos pacientes conviven con la enfermedad sin saberlo: se estima que en Argentina más de un millón de personas tienen diabetes sin diagnosticar. Y detalló los síntomas de alarma: pérdida de peso sin causa, sed excesiva, aumento de la frecuencia urinaria y heridas que tardan en cicatrizar.
Schmunck insistió en que la prevención depende de hábitos sostenidos: más movimiento diario, alimentación equilibrada, evitar ayunos prolongados, regular el sueño y realizar controles médicos periódicos. “Hay personas que no llegan a 3.000 pasos por día. Esa falta de movimiento es una de las causas del crecimiento de la diabetes tipo 2”, señaló.