La Legislatura de Río Negro puso sobre la mesa ayer tres proyectos de ley que podrían mover de verdad el tablero en materia de viviendas. La idea del Gobierno es que el IPPV pueda donar terrenos a los municipios de Guardia Mitre, Cipolletti y Viedma, y así empezar a darle soluciones concretas.
Estos proyectos no son cualquier papel firmado: buscan dar respuesta rápida a problemas que afectan a diario a familias, escuelas y vecinos que esperan regularizar su situación de tierras. La intención oficial es clara: transformar esos terrenos en viviendas, espacios educativos y lotes regularizados para que más rionegrinos puedan vivir con tranquilidad.
Para Guardia Mitre, el proyecto autoriza la transferencia de cuatro parcelas con el objetivo explícito de desarrollar la “construcción de viviendas” en un plazo de 36 meses.
En Cipolletti, las tierras no sólo buscan resolver necesidades de espacio, sino también reordenar parte de su trama urbana. Dos parcelas serán usadas para relocalizar un establecimiento educativo y crear un espacio verde público. Todo con un plazo de ejecución de tres años.
El caso de Viedma es distinto pero igual de urgente: veinte parcelas para regularizar situaciones dominiales en apenas 12 meses. La capital provincial arrastra, desde hace décadas, un atraso en documentación y titularización que ha generado tensiones sociales, reclamos y promesas incumplidas. Esta transferencia aparece como la ventana que muchos vecinos necesitan para dejar de ser ocupantes “de hecho” y empezar a ser dueños en los papeles.
La comisión de Planificación, Asuntos Económicos y Turismo, conducida por el legislador Carlos Valeri, aprobó los tres dictámenes por unanimidad, un detalle que en tiempos de grieta no pasa desapercibido.