La Escuela Primaria 153 de Junín de los Andes suspendió este miércoles sus clases “hasta nuevo aviso” luego de que un grupo de familias agrediera verbalmente a la directora y parte del equipo directivo, en el contexto del conflicto por el próximo traslado del establecimiento al nuevo edificio del barrio Nehuén Che. La medida deja momentáneamente sin clases a más de 300 estudiantes en la recta final del ciclo lectivo.
En un comunicado enviado a la comunidad educativa, la conducción describió el episodio como “una situación de violencia verbal que expone al personal docente y directivo”, y advirtió que no se trata del primer incidente en las últimas semanas. La escuela aclaró que retomará sus actividades únicamente cuando intervengan las autoridades educativas y se garantice un ámbito seguro para docentes y estudiantes.
Martínez: “Es un grupo minúsculo de familias que eligió un camino inaceptable”
La ministra de Educación, Soledad Martínez, confirmó la gravedad del episodio y detalló el proceso que derivó en la decisión de reubicar a la Escuela 153 en el nuevo edificio, construido sobre una urbanización en expansión.
“Estamos haciendo inversiones importantes en infraestructura en toda la provincia y en Junín tomamos dos decisiones clave: reactivar la obra adjudicada de una nueva escuela primaria y crear un secundario diurno para descomprimir la matrícula”, explicó en declaraciones al programa Así Estamos por Mitre Patagonia.
La funcionaria detalló que el análisis demográfico y de matrícula reveló que el nuevo edificio no respondía a la necesidad de sumar vacantes, sino de reubicar a una escuela primaria que hace más de 20 años espera su edificio propio. “La 153 funciona en un terreno muy pequeño, sin patio y sin posibilidades de crecimiento. El traslado permitiría mejorar sus condiciones edilicias de forma sustancial”, afirmó.
Sobre el origen del conflicto, Martínez señaló que la medida fue comunicada a través del cuaderno de comunicaciones —el mecanismo formal establecido—, y que el rechazo provino de “un número minúsculo de familias que empezaron un reclamo muy ruidoso”.
“Se habla de desinformación, pero cuando una conversa un poco más, muchos dicen que no están necesariamente en contra, sino que ‘no se comunicó bien’. Lo cierto es que son menos de una decena de familias en una comunidad compuesta por más de un centenar”, sostuvo.
El episodio de violencia y la suspensión de clases
La ministra confirmó que la agresión ocurrió el miércoles cuando una mujer —docente de otro instituto de Junín y abuela de un estudiante— increpó violentamente a la directora, acompañada por un grupo que amenazaba con tomar la escuela.
“Fue un maltrato grave en un contexto con amenazas de impedir el normal funcionamiento. La directora formuló una denuncia en el Juzgado de Paz, en el marco de la nueva ley de violencia en las escuelas”, detalló Martínez.
Respecto de la suspensión de clases, la funcionaria reconoció que fue una decisión tomada por el equipo directivo:
“No hubiéramos querido que ocurriera nada de esto. Entendemos que el personal sintió que podía derivar en otra acción y decidió protegerse. Nosotros estamos analizando los pasos a seguir para restablecer la normalidad lo antes posible.”
Intervención en Junín y revisión de la medida
Martínez confirmó que el martes un equipo del Ministerio estará en Junín para reunirse con directivos, docentes y familias. “Vamos a conversar en un ámbito seguro y respetuoso, y a definir los pasos para reanudar las clases. Ojalá podamos volver el mismo miércoles”, anticipó.
Además, la ministra abrió la puerta a revisar la decisión del traslado. “Si una medida que debería ser una buena noticia genera tanta inquietud, corresponde revisarla. Estadísticamente sostenemos que el traslado es lo adecuado, pero no queremos que algo para celebrar se convierta en un problema.”
La titular de Educación insistió en que el conflicto no representa a la mayoría de las familias: “Del total de la matrícula, el 35% vive justamente en el barrio donde está el nuevo edificio. Y el resto está muy disperso. Hay dinámicas propias de los pueblos que explican parte de esta resistencia, pero no vamos a avanzar sin diálogo.”
El Ministerio de Educación espera encauzar el conflicto la próxima semana. “Nuestro objetivo es claro”, concluyó Martínez: “Restablecer las clases con seguridad, respeto y diálogo. Y garantizar que ninguna situación de violencia vuelva a repetirse.”