El Billion Star amarró en el puerto de San Antonio Este con el primer embarque de caños de acero para el proyecto Argentina FLNG, una obra estratégica que busca posicionar a Río Negro como eje logístico del Gas Natural Licuado (GNL) argentino. Se trata de 10.000 toneladas de tuberías destinadas a la construcción del gasoducto que conectará la red troncal con las futuras plantas flotantes de licuefacción en el Golfo San Matías.
Detrás de la fría cifra de toneladas y 2.200 unidades, lo que se mueve es mucho más que acero. El arribo del buque marca el inicio visible de un megaproyecto que involucra a Pan American Energy, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG, bajo el paraguas del consorcio Southern Energy. En otras palabras, capitales nacionales e internacionales que apuestan a transformar el potencial de Vaca Muerta en exportaciones de GNL a gran escala.
Además, el desembarco en San Antonio Este no es un hecho aislado. El operativo de descarga, acopio y transporte terrestre activa un engranaje logístico que involucra a trabajadores portuarios, empresas de transporte y servicios de la región. Así, el puerto rionegrino se convierte en escenario de un movimiento económico inmediato, con empleo y contratos que empiezan a multiplicarse en torno a la obra.
Por otra parte, el gasoducto proyectado no solo tendrá tramos terrestres, sino también submarinos, a la altura de Fuerte Argentino, a unos 50 kilómetros al sur de Las Grutas. Allí se montarán las unidades flotantes de licuefacción, como el Hilli Episeyo previsto para 2027 y el MK2 en 2028. Estos barcos factoría podrán procesar en conjunto hasta seis millones de toneladas métricas de GNL por año, una cifra que coloca a Argentina en la liga de los exportadores globales.