La tormenta del jueves 6 de noviembre, registrada cerca de las 18, descargó una intensa granizada en la zona rural de San Patricio del Chañar, al norte de Neuquén.
Según explicó Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, el granizo fue “muy pequeño, pero en gran cantidad y seco, sin agua”, lo que generó un fuerte impacto en la fruta.
“A la media hora del impacto ya se notaban los daños. Las imágenes muestran puntos marrones en la fruta, que son golpes de granizo. En algunos sectores la afectación supera el 80% e incluso llega al 100%”, detalló Hernández.
Relevamientos y primeras estimaciones
Durante la jornada del viernes, equipos técnicos y productores realizaron relevamientos en chacras entre las picadas 10 y 12, donde el fenómeno tuvo mayor intensidad.
Los daños se concentran en plantaciones de manzana, pera, durazno y hortalizas, donde los frutos quedaron marcados o deformados, lo que los vuelve no comerciales y los destina a industria.
“Fruta que iba a consumo fresco ahora pasa a jugos o pulpas. Eso significa un valor mucho menor, que no cubre los costos de producción”, explicó el dirigente.
Impacto en otras producciones
Además de la fruticultura, la tormenta también afectó cultivos hortícolas como zapallo anco, acelga y hojas verdes, especialmente vulnerables al impacto directo del granizo.
En tanto, los frutos secos mostraron una mejor resistencia, aunque Hernández advirtió que “con granizos más grandes también pueden romperse”.
Falta de cobertura y financiamiento
Hernández remarcó que sólo el 10% del área productiva de Neuquén y Río Negro cuenta con malla antigranizo, lo que deja a la mayoría de los productores expuestos a pérdidas totales.
“No hay alternativas de financiamiento para proteger toda la superficie. La única defensa es la malla, pero cuesta muchísimo instalarla”, indicó.
También señaló que en la región no hay un sistema regular de cañones antigranizo, lo que agrava la vulnerabilidad del sector. “En algunos lugares se utilizan, pero de manera muy desigual”, sostuvo.
Consecuencias de las lluvias y plagas
El dirigente advirtió que las lluvias posteriores a la tormenta también generaron problemas.
En plena temporada de tratamientos contra el piojo de San José, las precipitaciones lavaron los agroquímicos de contacto aplicados, obligando a repetir las curas.
“Esto implica volver a gastar en productos y mano de obra. Pero se hace para que la fruta no tenga residuos químicos, buscando siempre una producción más natural”, explicó Hernández.
Reunión con el Gobierno y medidas esperadas
La Federación de Productores anticipó que, una vez completados los relevamientos, se reunirá con el Gobierno de Neuquén para definir medidas de acompañamiento económico.
“Cada productor que pierde su cosecha es alguien que puede cerrar su tranquera. No es solo un problema productivo, sino social y laboral”, enfatizó Hernández.