La aún diputada y senadora electa libertaria Lorena Villaverde confirmó que renunciará a su banca en la Cámara baja y que defenderá “hasta las últimas consecuencias” su lugar en el Senado, en medio de un clima de tensión política y acusaciones de maniobras ilegales que, según ella, buscan arrebatarle la voluntad de más de 122 mil rionegrinos.
Tras semanas de silencio, la empresaria participó en Viedma de la ceremonia de entrega de diplomas a los candidatos electos en octubre. Allí, Villaverde apareció como la figura más observada de la jornada, eclipsando inclusoa otros protagonistas ausentes, como Martín Soria y Ana Marks. Su sola presencia generó murmullos, miradas cruzadas y un aire de expectativa que se palpaba en cada rincón del auditorio de la Justicia Federal en la capital rionegrina.
Pero lo más fuerte vino después. Con un tono desafiante, Villaverde aseguró que no dará un paso atrás y que ya trabaja con un estudio jurídico de Buenos Aires para blindar su banca en la Cámara Alta. “Mi idoneidad moral ya fue evaluada por el pueblo rionegrino en las urnas”, disparó, lo que dejó en claro que no acepta las impugnaciones de un Senado que, según ella, se arroga facultades que no le corresponden.
Además, la diputada libertaria se encargó de remarcar que cuenta con el respaldo del presidente Javier Milei y del gobierno nacional. Esa afirmación fue clave para contrarrestar versiones que circulaban en Buenos Aires sobre una supuesta pérdida de apoyo desde la Casa Rosada. Con esa frase, Villaverde buscó cerrar filas y mostrar que no está sola en esta batalla.
En este contexto, la ceremonia se transformó en un escenario político cargado de simbolismo. La Libertad Avanza se mostró compacta con Villaverde y Aníbal Tortoriello, quienes ingresaron juntos al auditorio y saludaron con la formalidad de ocasión. La fuerza libertaria intentando mostrar unidad pese a la pésima relación entre el empresario del transporte y la cuestionada empresaria inmobiliaria.
Luego, en diálogo con la prensa, Villaverde redobló la apuesta. Habló de "defensa irrestricta de la libertad", denunció un "golpe a la democracia" y calificó de "mafioso" el accionar de quienes buscan impedir su asunción. Sus palabras no fueron casuales: cada término elegido apuntó a instalar la idea de que detrás de esta disputa hay un sistema que se resiste al cambio que votaron los argentinos.
Finalmente, la legisladora dejó un mensaje que resonó como advertencia: "Lo que hicieron es arbitrario e ilegal. No podrán contra la voluntad soberana del pueblo de Río Negro". Con esa frase, Villaverde no solo defendió su banca, sino que convirtió su caso en un símbolo de la confrontación entre la vieja política y el nuevo modelo libertario.
Aunque no se expresó en relación a la actitud de Patricia Bullrich, la ex ministra de Seguridad que asumió su banca de senadora y preside el bloque de LLA, quien el pasado jueves decidió retirar el diploma de Villaverde y solicitó un nuevo pase a Comisión de Asuntos Constitucionales para lograr un dictamen favorable que no ponga en riesgo la asunción de la empresaria cipoleña. El peronismo la cuestionó por sus causas por narcotráfico en Estados Unidos y su vínculo con Claudio "Lechuga" Ciccareli, primo y testaferro del nacro Fred Machado. Precisamente, en la sesión anterior de la comisión se expuso que el profesor de educación física de Viedma realizó más de 20 viajes con pasajes reservados de la Cámara de Diputados, que le cedió Vilalverde.