Pilincho, o Tigre, como lo llamaban quienes intentaron salvarlo, no pudo resistir. Lo abandonaron en plena noche, solo, desnutrido, herido y con el cuerpo quebrado por el dolor. Aunque una organización de rescatistas hizo todo lo posible para cuidarlo, un mes después hubo que practicar la eutanasia: su sufrimiento era irreversible. Ahora, la Justicia investiga a una mujer de San Antonio Oeste como responsable del abandono y la acusa por crueldad animal.
El hecho ocurrió el 11 de marzo de este año en San Antonio Oeste. Según la denuncia, cerca de la medianoche la mujer dejó al perro, un mestizo atigrado, de tamaño mediano, en la esquina de Islas Malvinas y Las Heras. Horas después, una vecina que pertenece a la organización K-llejeros lo encontró en un estado lamentable.
El animal estaba esquelético, con extrema deshidratación, múltiples heridas, fiebre alta y tan débil que ni siquiera podía mantenerse de pie. Pese a los cuidados intensivos, el 15 de abril una veterinaria determinó que su estado era irreversible y decidió poner fin a su sufrimiento con una eutanasia humanitaria.
La acusación fue presentada este miércoles por el Ministerio Público Fiscal. El caso fue calificado como “crueldad animal”, un delito que contempla penas para quienes maltratan o abandonan a los animales.
La investigación incluye testimonios, denuncias, informes veterinarios, actas municipales, fotos y documentación de Zoonosis. Durante la audiencia, la mujer fue notificada formalmente y se fijó un plazo de cuatro meses para avanzar con la causa.
Además, el juez impuso restricciones para proteger a las personas que trabajan en la organización que ayudó a Pilincho. La imputada no podrá tener contacto ni acercarse a miembros de K-llejeros, y deberá fijar domicilio para asegurar su localización.
Desde la defensa de la acusada adelantaron que tienen una versión diferente de los hechos, pero no se opusieron a la apertura de la investigación. Mientras tanto, el caso de Pilincho vuelve a poner sobre la mesa el maltrato animal y la necesidad de que haya justicia también para ellos