La rionegrina Celeste López, oriunda de Catriel, se convirtió en una de las revelaciones de “La Voz Argentina” tras su emotiva interpretación de “Para siempre” que logró que Soledad Pastorutti y el dúo Miranda giraran sus sillas. Celeste eligió a La Sole como coach, cumpliendo un deseo profundo: “En mi corazón siempre pensé en la Sole, la admiro por sus canciones, sus películas. Es cumplir mi deseo. Si se da vuelta la Sole, estoy regaladísima”, expresó tras su audición. Ahora, con la mirada puesta en la próxima etapa del certamen, afirma con convicción: “Si Dios quiere, vamos a ganar. Creo que puedo ganar. Me tengo fe”.
Su vínculo con la música nació en el campo de su papá, rodeada de guitarras y folklore. “Desde chiquita nos juntamos en el campo de papá y había muchas guitarras. Desde ahí vengo absorbiendo todo eso. Desde los 7 años aprendí a tocar la guitarra. Mis juegos no fueron la casita, las muñecas, sino tocar la guitarra, cantar”, recordó. La audición en Bariloche fue su primera experiencia en el casting que hizo el certámen, y el sombrero que usó se convirtió en una cábala. “No sé cómo hice para seguir cantando. Es un escenario imponente. De pasar a cantar en casa al escenario de La Voz fue muy fuerte”, confesó.
Celeste destacó el trato recibido por la producción del programa: “Cuando lo ves de afuera te preguntás cómo es. Fue una experiencia muy buena. Hay gente que te cuida, te tratan bien, te dan lugar y eso está bueno”. En ese viaje la acompañaron sus amigas: “Me acompañaron mis amigas hermanas que tengo desde hace 18 años”, dijo con emoción. Ahora se prepara para las batallas, una instancia clave en el certamen: “La instancia que viene son las batallas, con otra canción”, adelantó.
La joven también reveló que tiene canciones propias guardadas en el baúl, con letras que hablan de la vida y la autoayuda. “Estaría buenísimo tocar y cantar. Le canto a la vida”, dijo. El impacto de su participación en Catriel fue inmediato: “Están todos relocos, muy manejeados. Me da alegría llevar al menos una buena noticia. Me etiquetaron, me mandaron fotos y eso me provocó alegría y ternura”, contó. Agradeció el apoyo de su comunidad: “Muchas gracias por apoyarme y bancarme sin conocerme. Saben que somos una ciudad pequeña y es bastante lejano ver estos sueños. Acá las oportunidades salen como muy fáciles. Nosotros desde el sur es lejano ver todo esto” concluyó Celeste.