Lo que tenía que ser una fiesta del fútbol local terminó en un escándalo con corridas, piedrazos, piñas y disparos. El clásico del Valle Medio entre Sportsman Club de Choele Choel y Deportivo Luis Beltrán, que se jugó este domingo por la tarde en la cancha del Depo beltranense, cerró con un empate 2 a 2 y una batalla campal en las afueras del estadio.
Todo estalló después del pitazo final. Según relataron testigos, la salida de las hinchadas fue simultánea, sin separación ni vallados, y en un clima que ya venía caldeado. El cruce fue inevitable: insultos, empujones y, en segundos, los golpes. Hubo corridas por varias cuadras, piedrazos y botellazos. En medio del caos, intervino la Policía con balas de goma y gas pimienta.
El saldo fue varios heridos, entre ellos, un joven que tuvo que ser operado por lesiones graves en el brazo y la clavícula. Otros terminaron en el hospital con cortes, contusiones y marcas por los disparos. Las imágenes de la represión y de los enfrentamientos se viralizaron rápido en los grupos de WhatsApp y redes sociales.
Los familiares de los heridos apuntan al operativo de seguridad. Dicen que fue una improvisación total, que no se aplicó el protocolo que separa a las parcialidades y que dejaron que todo explotara solo. Hasta ahora, ni la Policía ni los clubes hicieron declaraciones oficiales sobre los incidentes.