¿Avanza o no la investigación para determinar si existió mala praxis en el caso de Alison Calfunao, la joven que fue trasplantada en Buenos Aires tras padecer dos paros cardíacos en Neuquén luego de ingresar a quirófano por una ligadura de trompas que tuvo consecuencias inesperadas?
Desde el ministerio público fiscal aseguraron que, desde que terminó la feria judicial, se retomó la recolección de datos que se les pidieron a los profesionales y clínicas que intervinieron en su derrotero médico.
¿Lo más saliente? En las últimas horas llegó a la provincia, desde el Hospital Italiano de Buenos Aires, un estudio de laboratorio que la justicia considera clave. Se trata del examen histopatológico (estudio de tejidos y células) del corazón que le extrajeron, para ser reemplazado por el que se le implantó.
Piensan que ese órgano “hablará”. El informe médico realizado por el ‘Italiano’ precisará si existen en él indicios de dolencias previas o si lo que ocasionó las fallas cardíacas estaría ligado a alguna anomalía en el abordaje médico que recibió al ingresar a quirófano para la operación ginecológica.
Además se aclarará (en el caso de existir rastros de dolencias anteriores a la ligadura de trompas) si tendrían que haberse detectado en el marco de los exámenes pre quirúrgicos que se encomiendan antes de una intervención.
Lo cierto es que este informe era el último que necesitaban los expertos que integran el cuerpo médico forense qué, a pedido del fiscal actuante Andrés Azar, deberán brindar una opinión sobre lo ocurrido con la chica.
Azar decidió que esos forenses sean de Neuquén. Hasta el momento lo que harán para emitir esa opinión es revisar las historias clínicas y los resultados de laboratorio recibidos. Aunque no se descarta que pidan examinar a Alison, viajando a Buenos Aires para entrevistarla personalmente.
Pedirán una audiencia ante el juez de garantías
Por otra parte, mientras el fiscal plantea esa dinámica de investigación, los que representan a la joven tienen una mirada distinta, y consideran qué deberían reunir y secuestrar más material, que sirva para dilucidar la actuación que tuvieron los médicos.
Por caso, pidieron secuestrar el capnógrafo de la clínica en la que fue operada inicialmente. Ese aparato mide la oxigenación de la sangre, para determinar que todo sea normal durante el desarrollo de una cirugía.
“No quisieron secuestrarlo para que se analicen cuáles fueron los resultados que arrojó durante la intervención de Alison” dijeron los patrocinantes de la familia de la joven, que objetarán la negativa.
Debido a esto, es posible que en las próximas horas pidan una audiencia urgente ante un juez de garantías, para plantear la necesidad de colectar más pruebas, y que ese magistrado realice una audiencia entre ellos y el fiscal, buscando que éste ‘ordene’ de manera distinta la obtención de material, que sirva para determinar si existió o no mala praxis.