El debate por la legalidad y el funcionamiento de aplicaciones de transporte como Uber volvió al centro de la escena en Roca, tras las declaraciones de la intendenta María Emilia Soria que explicó que su gestión no pretende prohibir estas plataformas, sino exigirles los mismos requisitos que cumplen los taxistas para operar en la ciudad.
Desde la Libertad Avanza, Gonzalo Barbero, acusó al gobierno municipal de frenar el servicio por intereses políticos. Sostuvo que las restricciones impuestas por Soria no responden a razones de seguridad, sino a la defensa de “curros del sorismo” y estructuras de poder que impiden la libre competencia. Señaló que la seguridad de los pasajeros no depende de una habilitación municipal, sino de la tecnología, la trazabilidad y el control ciudadano que ofrecen las plataformas digitales. Barbero afirmó que “Roca no necesita más prohibiciones, necesita libertad”, y denunció que los conductores de Uber son perseguidos por el municipio para sostener “cajas políticas”.
El referente de La Libertad Avanza le exigió a Soria que se deje de gobernar “para los curros” y se empiece a atender las demandas reales de los vecinos, que buscan opciones de transporte más eficientes y económicas. La crítica se inscribe en un contexto de creciente tensión entre modelos de gestión tradicional y propuestas de desregulación impulsadas por sectores liberales.
Desde el Ejecutivo municipal, en tanto, se sostuvo que el funcionamiento de Uber en Roca no está autorizado por ordenanza, y que se prioriza la seguridad de los usuarios y la regulación del transporte público. La intendenta Soria ha manifestado en que el servicio debe cumplir con requisitos legales para operar, y que no se trata de una persecución política sino de una defensa de las normativas vigentes. Sin embargo, Barbero puso en duda esa posición y la vinculó a intereses partidarios, en un tono que buscó interpelar a los votantes de cara a las elecciones de octubre. “Es libertad o kirchnerismo”, concluyó